Una multitud protestó en Brasil contra la corrupción
El gobierno de Temer vive su mayor crisis desde que asumió
RÍO DE JANEIRO.– Hartos de los escándalos de corrupción que azotan al país desde hace meses, decenas de miles de brasileños salieron ayer a las calles para protestar y apoyar a los investigadores del petrolão, en momentos en que el país atraviesa un crudo enfrentamiento de poderes entre el Congreso y el Poder Judicial.
Las protestas se concentraron en Río de Janeiro, Brasilia y San Pablo, aunque se extendieron también a decenas de otras ciudades del país.
“Operación Lava Jato, defendida por el pueblo”, decía un cartel portado por un manifestante en Río de Janeiro, que resumía el reclamo central: proteger la investigación que reveló un esquema de desvíos multimillonarios de la petrolera estatal hacia la clase política.
La mayor concentración tuvo lugar en la emblemática playa de Copacabana, donde miles de cariocas vestidos con los colores nacionales verde y amarillo cortaron el tráfico en la Avenida Atlántica para hacer oír sus demandas. Los carteles contenían mensajes como “¡Afuera los ladrones!” y “Todos somos Sérgio Moro”, el juez a cargo de la histórica investigación contra la corrupción que ha enviado a prisión a decenas de políticos y empresarios.
En Brasilia, unas 5000 personas se reunieron frente al Congreso. Una pancarta con la leyenda “Fuera Re- nan” decoraba un camión desde donde los organizadores arengaban a los manifestantes.
Renan Calheiros, presidente del Senado, fue el blanco principal de los ataques. Aliado clave de Temer y miembro de su partido, enfrenta una docena de investigaciones, varias de ellas ligadas al petrolão.
“Es hora de que pague. Queremos limpiar esta banda de ladrones, queremos limpiar a Brasil, queremos un Brasil nuevo”, dijo Emilia Duarte, de 56 años, que sostenía un muñeco inflado con la imagen del juez Sérgio Moro vestido de superhéroe.
El jefe de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, otro aliado de Temer, también fue cuestionado. “Estuvimos en la calle para apoyar el impeachment de [Dilma] Rousseff, pero los políticos no pueden relajarse, deben saber que seguiremos en la calle contra todos ellos, contra toda esta corrupción generalizada”, dijo Paula Suarez, artista de 51 años.
La crisis política brasileña, que llevó al impeachment de Dilma y a su reemplazo por Temer, tuvo un nuevo capítulo esta semana, cuando la Cámara de Diputados alteró un paquete anticorrupción enviado por los fiscales de Petrobras, que fue apoyado por más de dos millones de firmas.
En una votación realizada durante la madrugada, los diputados anexaron una enmienda que permite incriminar a los propios investigadores que habían elaborado el proyecto. En respuesta, el equipo de procuradores de la operación Lava Jato amenazó con renunciar y, casi en simultáneo, Calheiros intentó que el Senado votara el polémico proyecto en forma urgente, lo que desató la furia de muchos brasileños que en la noche del miércoles pasado realizaron un cacerolazo en señal de protesta.