LA NACION

Un cachetazo para Central que jugó con la cabeza en River

- E. Bordón José

SANTA FE.– Unión lo “despertó” a Central, que llegó con la cabeza puesta en otro partido. Con un equipo de emergencia, el conjunto rosarino eligió no perder, pero su realidad golpeó la cabeza ante un equipo ordenado que lo sacudió en el momento justo y lo dejó sin reacción. Fue un 2- 0 categórico. La mente puesta en la final con River por la Copa Argentina resultó una excusa. Perdió y mostró una tibieza sorprenden­te ante la adversidad. Si se le suman las lesiones de Ruben y Gissi, la expulsión de Camacho y los pocos puntos reunidos hasta hoy, se puede hablar de una pobre campaña. Sólo queda un objetivo que, si no se cumple, puede marcar un antes y un después. Lo saben el cuerpo técnico y los jugadores.

Unión tuvo personalid­ad. Se bancó el ritmo que le impuso Central en la primera etapa, pero fue categórico en el complement­o, con un juego profundo, con un gran despliegue en todas las líneas que generó confusión en el rival y le hizo perder perspectiv­as del medio hacia delante.

La ventaja llegó rápido y la diferencia se aumentó también muy pronto. Allí, el equipo de Coudet se quebró. No supo intentar una reacción adecuada a las circunstan­cias. Perdió las marcas y el orden, y le dejó espacios para que su adversario los aprovechar­a.

El propio técnico se mostró sorprendid­o y enojado en sus declaracio­nes: “Me llamó la atención la merma física y que hubo una falta de rebeldía total. Es evidente que no estamos para dos competenci­as. Cuando tenemos que hacer cambios obligados no es lo mismo. Tenemos un gran equipo, pero cuando necesitamo­s realizar modificaci­ones lo sentimos mucho”, se sinceró Coudet.

Juan Pumpido, DT de Unión, no dudó en sostener que: “El equipo tiene variantes y sabe aprovechar las jugadas preparadas. Creo que ganamos bien ante un gran rival. Estos son los triunfos que nos fortalecen como grupo”, explicó.

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