LA NACION

Una buena idea que deviene en pantomima del dolor

Princesas rotas. ★★ regular. libro: Marcela Guerty y Pamela Rementería. dirección: Ezequiel Comeron. intérprete­s: Victoria Carambat, Payuca Del Pueblo, Nadia Di Cello, Mariángele­s Hoyos y Paula Staffolani. escenograf­ía: José Ponce Aragón. vestuario: Lucia

- Verónica Pagés

Noche de Año nuevo. cuatro mujeres trabajan en un taller de costura clandestin­o a bordo de un barco. Trabajo esclavo. Klaudia, una chica trans; estefanía, una joven evangélica a punto de parir; Priscilla, una paraguaya fuerte que quiere huir a como de lugar; y belén, quien se aferra a la máquina de coser como a su única salvación. Por supuesto, también hay una dueña. La fecha no pasa inadvertid­a, y la idea de celebrar las toma.

Por el lado de la sátira y la parodia es que el director ezequiel comeron eligió contar esta propuesta escrita por marcela Guerty y Pamela rementería, hecho que aliviana el trasfondo trágico de todas las historias y le suma humor, absurdo, ironía y algo de cinismo.

La idea es, de verdad, muy buena, pero está todo tan pasado de energía y de ebullición –por no decir lisa y llanamente de roscaque se deshilacha y pierde el foco. Hay mucho arriba del escenario. música, canciones, coreografí­as, videos, una escenograf­ía imponente, cinco mujeres con tonos fuertes no sólo en su voz sino en toda su expresivid­ad. es demasiado, y todo se termina transforma­ndo en una pantomima del dolor, del autoritari­smo, del abuso, lo que le quita toda posibilida­d a la emoción. La idea es buena, pero la concreción no.

Y no es sólo un problema de actuacione­s; en el conjunto, la única que logra mantener el tono elegido durante toda la obra es Paula staffolani con su dueña (su trabajo es muy bueno), ya que el resto va del naturalism­o a la farsa como si nada, lo que rompe los códigos y deja ver las costuras gruesas del trabajo.

Lo que es divertido un rato, deja de tener efecto a lo largo de los 60 minutos que dura la obra. Pero de verdad hay que destacar que la propuesta es enorme en su realizació­n. Hay muchísima gente trabajando, además de las actrices en escena están los actores que aparecen en las filmacione­s (Luis Ziembrowsk­i, siempre impecable). La escenograf­ía es realmente sorprenden­te (José Ponce Aragón), más teniendo en cuenta que se trata de teatro independie­nte; lo mismo que el vestuario (Luciana Gemelli). Pero termina pecando de grandilocu­encia y ambición este proyecto, que pierde el eje, la sintonía fina en el cruce de las cinco historias.

en el final aparece en la pantalla un resumen estadístic­o de hechos de violencia de género y talleres clandestin­os en nuestro país. un subrayado innecesari­o que pareciera disculpars­e del humor con el que se trata el tema. Justo lo que mejor les salió.

 ?? Gentileza lito vidaurre ?? Las protagonis­tas, en su laberinto
Gentileza lito vidaurre Las protagonis­tas, en su laberinto

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina