LA NACION

La acusación del espía retirado que irritó a la ex presidenta

En una entrevista con la nacion, en 2016, Stiuso denunció a Cristina y sembró fuertes sospechas

- Agustina López LA NACION

El lunes 11 de julio del año pasado, la nacion publicó una entrevista al espía y ex agente de la SIDE, Antonio “Jaime” Stiuso. El titular fue: “Los Kirchner tenían servicios paralelos que les armaban carpetazos”. Pasadas las 9.30, la ex presidenta Cristina Kirchner llamó, visiblemen­te disgustada, a su fiel colaborado­r y ex director de la AFI, Oscar Parrilli, para discutir la nota. “A este tipo hay que matarlo, es un caradura”, dijo la ex mandataria, en una conversaci­ón cuyo contenido se conoció ayer en Tribunales.

En un diálogo que no duró ni tres minutos, Cristina se contrapuso a varias de las declaracio­nes que Stiuso brindó en una charla durante más de cuarenta minutos. Allí, el ex espía no dudó en descargar sospechas y apreciacio­nes personales sobre la ex presidenta. El desprecio hacia el gobierno anterior y quienes lo componían fue una constante durante todo el reportaje; podría aventurars­e que Stiuso buscaba una provocació­n cuya reacción no tardó en producirse.

“A [Alberto] Nisman lo mataron. Yo podría haber terminado como él, pero no pudieron encontrarm­e, me fui a tiempo”, dijo en esa entrevista Stiuso. Ante la pregunta de si fue el gobierno de Cristina el que lo mandó a matar, su respuesta fue contundent­e: “Y sí”.

El siguiente dardo contra la familia Kirchner se produjo cuando la nacion le preguntó a Stiuso por los célebres “carpetazos” que se decía que armaba para la familia presidenci­al.

“Yo no armaba ningún carpetazo, yo no entiendo de política, yo hacía otras cosas: [...] Los Kirchner no utilizaban la SIDE porque tenían sus servicios paralelos, con gente que investigab­a para ellos y les armaba sus propios carpetazos.” Incluso, el ex jefe de los espías fue más allá y aseguró que este “servicio paralelo” contaba con un equipo especial para realizar escuchas ilegales, por fuera de la Justicia.

Stiuso también atribuyó su salida de la ex SIDE y las causas y denuncias en su contra a una maniobra del gobierno kirchneris­ta: “Quisieron hacer creer que yo era el demonio y que con mi salida se transparen­taba todo. El problema fue que empezaron a aparecer las denuncias contra Cristina y eso la molestó”.

Sin embargo, ante la pregunta “¿qué sabe usted de Cristina para que se haya ensañado tanto?”, el ex jefe operativo de la ex SIDE evitó las aseveracio­nes. “Pregúntele a ella”, deslizó con una sonrisa.

Finalmente, en la última pregunta, el ex funcionari­o se despachó con una apreciació­n personal sobre Cristina Kirchner: “¿A usted le parece que Cristina tiene poder? Ya está, ahora sólo es una mujer loca, sin fuerza, sin el aparato del Estado”.

Es difícil definir exactament­e qué afirmación le resultó más urticante a la ex mandataria y que motivó la llamada a un despreveni­do Parrilli. Lo cierto es que tanto el ex espía como Cristina Kirchner dejaron traslucir el desprecio mutuo y no esquivaron acusacione­s cruzadas de una relación de compleja data.

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