Ofensa religiosa
El 8 de marzo, en ocasión del Día Internacional de la Mujer, un pequeño grupo escenificó a la Virgen María cometiendo un aborto frente a la catedral de San Miguel de Tucumán. El hecho grotesco y sangriento refleja por su contenido y por el lugar elegido el evidente y deliberado propósito de agraviar al pueblo tan devoto de la Virgen. Representar a la Madre de Dios cometiendo el crimen de matar a su hijo, Jesús, es un sacrilegio, una ofensa gravísima.
Con prescindencia del credo o ideología de cada uno, esta imagen de la Virgen María abortando públicamente no puede ser catalogada como una expresión artística o cultural. Es una provocación explícita a los fieles católicos, que merece una también pública y contundente condena. La libertad de expresión, uno de los pilares de la democracia, tiene por límite el respeto de los derechos de los otros, lo cual conlleva el deber de abstenerse de burlas a las creencias y sentimientos religiosos.
La Asociación para la Promoción de los Derechos Civiles (Prodeci) expresa su más firme repudio al hecho y reclama de las autoridades públicas que dispongan los medios necesarios para investigar y sancionar a los culpables, y procurar que tales comportamientos no se repitan en el futuro. Los agravios a la sensibilidad religiosa, cualquiera que fuere el culto al cual afecten, sólo se explican a raíz del odio y falta de tolerancia que perturban la paz social. Los argentinos necesitamos reconciliación y fraternidad. Ignacio M. de la Riva Presidente Prodeci Francisco J. Roggero Secretario