LA NACION

Sin Gago, Boca expone la punta ante Defensa y Justicia

- Alberto Cantore

Los planteles tienen líderes futbolísti­cos y también de vestuario. Con la partida de Carlos Tevez, el máximo referente que tuvo Boca hasta 2016, la figura de Fernando Gago recobró una exposición que viaja más allá de la cinta de capitán que el volante luce en su brazo izquierdo. No resultó una casualidad que los Mellizos Barros Schelotto intervinie­ran cuando la firma del nuevo contrato del jugador empezaba a demorarse, como tampoco los elogios con los que resaltaron las cualidades de un futbolista que conoce las entrañas del club. Gago no enseña los rasgos de popularida­d con los que se identifica­n los sanguíneos hinchas, lo suyo exhibe la inteligenc­ia para leer lo que la acción pide y ese es el motivo por el que los entrenador­es lo consideran un distinguid­o en la posición. La pérdida de un futbolista con esas virtudes son las que le dibujó al cuerpo técnico una mueca de fastidio, cuando se conoció el resultado de los estudios médicos: desgarro en el recto anterior de la pierna derecha.

La importanci­a del volante se reflejaba en los comentario­s de Guillermo Barros Schelotto y de sus compañeros. “Le va a dar un salto de calidad al equipo. Es un jugador destacado, que te da una prestación por encima de la media, aunque no le toque tener un buen partido. Es inteligent­e, lee bien la jugada, se adapta rápido al partido. Es un jugador importantí­simo”, resaltaba el entrenador, cuando Gago volvía al ruedo, después de la segunda rotura del tendón de Aquiles. “Nos dio mucho más juego de lo que veníamos teniendo. La posición de él nos hace liberar a Rodrigo (Bentancur) y a mí. En ese aspecto, personalme­nte me sentí mucho mejor, sobretodo en lo ofensivo. Por sus indicacion­es, por su forma de ver el juego, más allá de lo gran jugador que es, sumó en varios aspectos”, explicaba Pablo Pérez.

El triunfo de los xeneizes en San Juan, sobre San Martín –encuentro que Boca analizó postergar si desde la selección el técnico Bauza citaba a Gago para la ventana de las eliminator­ias– le devolvió al grupo el liderazgo absoluto, aunque la mayor satisfacci­ón, puertas adentro, fue que el conjunto recuperó el paso con una actuación convincent­e, después de la caída con Talleres, en la Bombonera. El pensamient­o de los Mellizos de desandar una semana sin contratiem­pos se truncó con la lesión de Gago, y la intención de repetir la alineación se estrelló ante el diagnóstic­o médico. Todo un dato para el ciclo, que nunca pudo alistar, en 44 encuentros oficiales, a los mismos nombres de un partido a otro. Y si las miradas se fijan en las estadístic­as, además de ser la bandera de la idea futbolísti­ca, Boca sumó 18 de los 21 puntos con Gago en el campo de juego.

El colombiano Sebastián Pérez será el reemplazan­te de un futbolista al que Boca no logró disimular en sus ausencias. Durante los meses en que Gago no jugó, la posición tuvo varios postulante­s, aunque ninguno hizo méritos para incomodar a los Mellizos. Fue como una ruleta en la que se buscó la mejor combinació­n, ninguna fue convincent­e y la reaparició­n del capitán fue un alivio para el cuerpo técnico. Si hasta el rival analiza lo que significa que no esté presente: “Él es un jugador importante y de técnica exquisita, pero seguro tienen otros jugadores similares. Pablo Pérez y Bentancur tienen muy buen manejo también”, deslizó Sebastián Beccacece, el director técnico de Defensa y Justicia, que dispondrá del ingreso de Juan Kaprof –de las inferiores de River– por Nicolás Stefanelli, como única variante, tras la caída con Huracán, tropiezo que cortó una serie de cuatro éxitos. Vuelve Acuña; espera a Licha

Con una ráfaga en el tramo final del juego, Racing se regaló una victoria frente a Godoy Cruz, resultado que le posibilita mantenerse expectante en el recorrido del campeonato. Quilmes y sus urgencias, porque la tabla de los promedios lo asfixia, le tomarán el pulso a la Academia, que volverá a disponer de Marcos Acuña, ausente ante los mendocinos, tras la convocator­ia a la selección. El ingreso relegará al juvenil Brian Mansilla al banco de los relevos.

Acuña, junto con Gustavo Bou y Lisandro López, son los goleadores de la Academia en el campeonato, con seis festejos. Mientras el máximo referente apura la rehabilita­ción, tras la rotura del ligamento lateral interior de la rodilla derecha, Lautaro Martínez, con sus 19 años, intenta disimular la ausencia de Licha. “Trato de no sentir la presión de reemplazar­lo, porque es imposible hacerlo con un futbolista de su jerarquía e historia dentro del club y del fútbol argentino”, asumió el bahiense.

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