El rompecabezas de agregarle baúl a un hatchback
Las dificultades estéticas para adaptar los modelos bicuerpo
En casi todo el mundo, los autos más populares son los modelos chicos con portón trasero, habitualmente denominados hatchbacks. Son autos ideales para el uso de una familia pequeña, siempre y cuando no requiera transportar demasiado equipaje, ya que el espacio para ello suele ser reducido. Para solucionar este problema –y satisfacer la demanda de muchos usuarios, particularmente en nuestra región– a varios de estos modelos se les agrega un tercer volumen, que hace las veces de baúl. Sin duda se aumenta la practicidad, pero el resultado estético es generalmente pobre.
Uno de los problemas es justamente que son versiones adaptadas de autos que estuvieron concebidos para funcionar estilísticamente como bicuerpos. Y es bien difícil agregar un enorme volumen ahí atrás sin que parezca hecho a la fuerza (como ejemplo extremo, recuerde al Renault Clio Tricuerpo...).
El otro problema de los pequeños hatchbacks modernos está en la línea de cintura (la que está determinada por la base de las ventanillas): cuanto más inclinada, más complicado. Es simple: la altura del baúl es una continuidad de esa línea, y cuanto más hacia arriba va, más elevado resulta. Si a eso le sumamos que en general las ruedas traseras son pequeñas, tenemos una enorme superficie de chapa en el cuarto trasero del auto, que no se arregla ni con guardabarros remarcados, ni con ingeniosas líneas de carácter. En resumen, usando lenguaje bien técnico, nos queda un auto culón. El caso del Ford Fiesta Sedán es paradigmático: en su versión hatchback es uno de los más atractivos de su segmento –justamente por lo agresivo de su postura inclinada hacia adelante–, pero tiene serios problemas en las proporciones de su versión 4 puertas.
Como ejemplo contrario está el dúo Onix-Prisma, de Chevrolet, que se nota que fueron diseñados de origen para funcionar, tanto en versión hatchback como sedán. Incluso modelos con línea de cintura más plana tienen mejores resultados en versión sedán, como el VW Gol cuando se convierte en Voyage.