El creador de los ecobarrios
Un emprendedor construye casas sustentables y planea un vecindario en el Delta
Pablo Gargiulo volvió al país en 2011, luego de haber vivido en Europa durante 10 años, se convenció de que la Argentina es el mejor lugar para vivir, por sus extensiones de tierra, su clima, sus paisajes y su gente. Y decidió recorrer regiones cercanas a numerosas reservas y parques nacionales, con el fin de organizar una red de reservas, inspirado en las ideas del conservacionista Douglas Tompkins. Así le surgió la inquietud de crear ecobarrios, vecindarios sustentables en lugares vírgenes y en red, como para poder habitarlos todo el año. En 2005, Gargiulo creó la empresa Ingenia Eco, que se especializa en el diseño y producción de viviendas modulares, ecológicas y transportables y brinda servicios de ingeniería y arquitectura optimizando recursos en forma rápida y eficaz, mediante el ingenio y la innovación tecnológica.
“Conformamos un equipo de arquitectos, diseñadores e ingenieros que empezamos a trabajar en la visión de crear una vivienda sustentable, en madera, que se pueda comprar por Internet y armar en pocos días en el lugar que uno desea”, relata el emprendedor, que eligió el Delta para comenzar con el primer ecobarrio de la red. La idea está inspirada en una comunidad que existió en la década de los 70 en Aguas Claras, cerca de San Marcos Sierras en Córdoba. “El objetivo no es aislarse del mundo exterior, sino poder nutrirse de lo bueno que aporta y luego volver a casa, en la naturaleza y lejos del caos, el ruido y el stress”, relata.
El valor agregado de este proyecto es la propuesta participativa. En el caso de Ecoisla, la fracción fue comprada por un grupo de futuros habitantes y ahora están involucrados todos los interesados en vivir allí. “Cuando lancé la idea en la primavera pasada, se armó un grupo de más de 400 personas que trabajamos en el proyecto, con ideas de cómo queremos vivir”, explica.
Los costos promedio del metro cuadrado de una casa de madera , con el equipamiento básico para habitarla y vivir es de US$ 900. Las viviendas cuentan con paneles de energía solar, recuperación de agua de lluvia, planta potabilizadora de agua, y tienen la característica que se pueden desarmar y trasladar, es decir si un vecino se quiere mudar de casa, a otro ecobarrio, lo podrá hacer llevándose su casa. En los entornos habrá huertas orgánicas, playas y actividades náuticas. Por el entusiasmo que generó en el mercado, Gargiulo distinguido por la mención del público en los premios que otorga Inicia –comunidad de emprendedores–, prepara el segundo ecobarrio. Será cerca del Glaciar Perito Moreno.