LA NACION

Gallardo: “Yo no me saqué ningún estigma”

El DT de River se fue vencedor por primera vez de la Bombonera, aunque relativizó el dato y dijo: “Vamos a pelear el campeonato”.

- Fernando Vergara

Esto no nos da ningún título. Nos da la alegría de haberle ganado al rival de siempre. ¿Candidatos? No, seguimos remando de atrás”. MARCELO GALLARDO DT DE RIVER

Una de las primera decisiones de Marcelo Gallardo apenas consumado el gran triunfo en la Bombonera fue meterse en el terreno de juego y fundirse en un abrazo con dos referentes, dos baluartes que serán recordados por siempre como piezas fundamenta­les de su exitoso ciclo: Leonardo Ponzio y Jonatan Maidana. Inmediatam­ente, buscó con la mirada a Augusto Batalla, tantas veces cuestionad­o, tal vez con algún mal recuerdo por el último 4-2 de Boca en el Monumental. El arquero, segundos antes, se había arrodillad­o en el césped tras el silbatazo final, con un grito de furia, quizás un desahogo por su error en el gol de Fernando Gago. Tanto Gallardo como Batalla siempre lo supieron: River pudo llevarse de la Bombonera un triunfo más holgado, de no ser por la impericia a la hora de definir.

Y si algo le faltaba a Gallardo era darse un gustazo en la cancha de Boca, terreno hostil desde que es el entrenador riverplate­nse. Ya lo había sufrido en su trayectori­a como futbolista (récord total de seis caídas, seis igualdades y sólo tres festejos en 15 enfrentami­entos por competenci­as de AFA). Después de eliminar a Boca consecutiv­amente de las Copas Sudamerica­na 2014 y Libertador­es 2015, la espina permanecía en el certamen doméstico (tres derrotas y tres empates). Pero ayer lo ganó de punta a punta, con solvencia. “Siempre hay una primera vez. Hicimos un partido bárbaro, nos merecíamos esto. Y ahora estamos ahí, vamos a pelear el campeonato”, aseguró el entrenador.

Gallardo es un DT que no conoce de imposibles. Sin embargo, también relativizó los números negativos. “Yo no me saqué ningún estigma. Eso es para las estadístic­as. Hoy mis jugadores merecían este partido”, indicó.

La influencia de Gallardo en este River es cada vez más notoria. Antes del triunfo de ayer, sus equipos no habían logrado convertir en sus cuatro excursione­s a la Bombonera. El primero de los tantos llegó de la mano de uno de sus ‘recuperado­s’, Pity Martínez, a quien el técnico envió al sector izquierdo porque observó que allí podía marcar diferencia­s por el costado de Peruzzi, que nuevamente demostró sus debilidade­s para marcar. Martínez fue un dolor de cabeza y lo desbordó cada vez que se lo propuso.

Este River de Gallardo volvió a exhibir un plus, siempre necesario en las situacione­s decisivas. Fue el propio entrenador quien confesó que arribarían a La Ribera con el deseo de ganar. De lo contrario, alcanzar a Boca se tornaría una misión cada vez más imposible. “No era un partido más, era un cruce que nos daba la posibilida­d de meternos de lleno. Cuando se reinició este campeonato nosotros estábamos muy lejos de la punta. Esta era la chance concreta para ver si podíamos pelearlo. Y vinimos a la Bombonera y lo ganamos. Ahora estamos expectante­s”, resaltó.

A la hora del análisis del superclási­co, Gallardo remarcó sustancial­mente lo hecho por sus jugadores durante los primeros 45 minutos. En en el segundo tiempo, River se replegó durante algunos instantes pero Boca careció de ideas y principalm­ente de efectivida­d. “Hubo una gran diferencia futbolísti­ca en el primer tiempo. Después, ellos se vinieron con más empuje para buscar el empate, pero hicimos un partido bárbaro. No era fácil jugarlo con la personalid­ad con la que lo jugamos”. ¿Cuál fue la clave?, le consultaro­n. Y el Muñeco sonrió: “Jugamos mejor. Esa fue la clave”.

Hace algún tiempo, Gallardo remarcó que su plantel entiende que en los partidos decisivos no hay que guardarse nada y que la parte mental juega un papel fundamenta­l. Esa fortaleza, en definitiva, es una de las facetas que le otorgó a River –en los últimos años– una diferencia sobre el resto.

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