Una buena idea que se pierde en la dispersión
bueno. participantes: Diego Quiroga, Julián Acosta Cid, Federico Palacios, ★★★ Ivana Woscoboinik, Matías Ludueña, Horacio Rubilar. guionistas: Miguel Pereira, Agustín Rolandelli, Román Cárdenas. dirección de fotografía: Fabián Tigani. dirección de arte: Augusto Latorraca. dirección: Maxi Gutiérrez. horario: miércoles, a las 22. canal: TV Pública.
Lo más interesante de Motivados por la historia no pasa tanto por su idea y su realización, sino porque estamos ante una suerte de presentación en sociedad del comportamiento que adoptan los organismos del estado responsables de la comunicación y de los medios públicos para hacer televisión en la argentina. el interés por conocerlo no es menor, porque venimos de una experiencia en la materia de altísimo perfil como la del kirchnerismo, marcado por la decisión de condicionar la programación de los medios públicos a las circunstanciales necesidades ideológicas de su proyecto político. ya habíamos tenido un anticipo con El mentor, otro reality show documental de escasa repercusión emitido durante el verano. Ésta es la prueba definitiva.
en este caso, la mirada es más neutra y profesional, presidida por el noble propósito de revivir el cruce de los andes por el ejército libertador de san martín dos siglos después. La idea es original e innovadora. Los encargados de recrear la epopeya son tres jóvenes cuyanos y uno de La Rioja guiados por un admirable maestro mendocino y un baqueano de la misma provincia.
a través de ocho episodios de media hora cada uno, trabajados con el ya conocido espíritu de los realities documentales de aventura y supervivencia, vemos cómo ese grupo lleva adelante la misión de señalizar la ruta sammartiniana colocando a lo largo de ella varios monolitos con escudos azules que la identifican y protegen como bien cultural y patrimonio de la humanidad.
ese aspecto del programa es el más logrado. Hay un gran trabajo detrás de las cámaras (producción, fotografía y edición) que va construyendo narrativamente el viaje a través del montaje de imágenes, el retrato de cada personaje y la interacción no siempre feliz entre los integrantes del grupo. aquí, las peripecias cotidianas del viaje y el juego de armonías y tensiones que se va planteando
entre sus protagonistas jamás suenan forzados. Las cámaras reflejan algunos de esos momentos de manera espléndida, como aquella ocasión en la que el vehículo que los traslada rumbo a la Cordillera pincha un neumático y el inesperado contratiempo hace aflorar las diferentes reacciones dentro del grupo.
Visto desde esta perspectiva, parece adecuado definir el programa como un “viaje al pasado con las herramientas del futuro”, en palabras de miguel Pereira, presidente de Radio y Televisión argentina y figura clave de este ciclo en múltiples tareas: guión, producción y edición. ese trabajo se nutre del buen aprovechamiento del uso de las redes sociales (sobre todo en el aspecto visual) y retrata de la mejor manera al grupo desde sus estados de ánimo y sus expectativas.
si sólo se nutriera de estos materiales estaríamos ante un gran programa. Pero la producción eligió intercalarlos con largas y constantes parrafadas de toda clase de funcionarios, cuyas apariciones autocelebratorias de los organismos oficiales a los que pertenecen sólo podrían atribuirse a razones políticas. si a eso le sumamos la constante aparición de un grupo de historiadores provinciales que, en mesa redonda, tratan de recuperar con espíritu didáctico los hechos del pasado que los jóvenes viajeros recrean en la actualidad, estamos en presencia no de un programa, sino de varios, que al superponerse dispersan esfuerzos.