LA NACION

Para Merkel, EE.UU. dejó de ser confiable

La participac­ión de Trump en las cumbres del G-7 y de la OTAN abrió una herida; “debemos tomar nuestro destino en nuestras manos”, dijo la canciller, que también se refirió a Gran Bretaña

-

La gira de trump abrió una herida con la ue.

BERLÍN.– La canciller alemana Angela Merkel marcó ayer la cancha de la nueva postura internacio­nal de la Unión Europea (UE): el bloque, además de no poder depender más de la cooperació­n con Gran Bretaña, tampoco puede confiar en los Estados Unidos de Donald Trump. “Los europeos debemos tomar nuestro destino en nuestras manos”, dijo, y así destacó las heridas que dejaron las cumbres del G-7 y de la OTAN de los últimos días.

Durante un acto electoral en Munich, Merkel indicó que las alianzas globales “dejaron de ser confiables”. “Los tiempos en los que podíamos depender completame­nte de otros están terminando. Lo he experiment­ado en los últimos días”, dijo la canciller alemana.

Fue una dura afirmación de la líder de la economía más poderosa de Europa y un cambio severo en cuanto a los lazos transatlán­ticos que han mantenido la seguridad occidental a través de generacion­es desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque los vínculos entre Washington y Europa se tensaron durante varios períodos desde 1945, antes de Trump rara vez nació un sentimient­o tan fuerte de los líderes europeos de alejarse de Washington y prepararse para enfrentar el mundo solos.

La cumbre de los siete países más industrial­izados –Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña– celebrada el fin de semana en Italia y la cumbre de la OTAN previa en Bruselas ofrecieron resultados decepciona­ntes para los europeos.

El acuerdo por el clima es el tema principal en el que estas diferencia­s son claras: el comunicado final de esa reunión reflejó una posición en la que por una parte estaba Estados Unidos y por la otra los restantes países del G-7. “El acuerdo de París es tan importante que no debe haber cesiones”, dijo Merkel.

El pacto fue alcanzado hace dos años en la capital francesa y es vital porque expresa las bases con que la comunidad internacio­nal aspira a frenar el calentamie­nto global poniendo límite a las emi- siones de contaminan­tes de efecto invernader­o. Durante la cumbre, Trump no cedió a las presiones de los países y destacó que en los próximos días se sabrá si Washington permanecer­á dentro del acuerdo de París sobre el clima.

Según indiscreci­ones referidas por la agencia Axios, Trump les comentó a algunos de sus colaborado­res más cercanos –entre ellos, el responsabl­e de la agencia para la protección ambiental, Scott Pruitt– que la decisión ya está tomada, es decir que Estados Unidos dará un paso al costado. De una u otra manera, el no de la Casa Blanca al acuerdo estaba en el aire desde hacía tiempo, como confirman las declaracio­nes de Merkel.

El escepticis­mo de la canciller con Trump se refiere no sólo al tema del clima, sino también a la Alianza Atlántica, ya que el presidente estadounid­ense jamás respaldó de manera explícita al artículo cinco de esa organizaci­ón, sobre el compromiso de mutua defensa entre los países miembros de la OTAN.

En su reunión de ayer la canciller no se refirió, sin embargo, sólo a Estados Unidos, sino también a Gran Bretaña. Tras el Brexit, hace casi un año, Londres se retiró de la UE, lo que abrió espacios para nuevas alianzas y equilibrio­s en Europa. “Es obvio que debemos tener relaciones amigables con Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países vecinos, incluso Rusia, pero debemos luchar solos por nuestro futuro”, advirtió.

Merkel había insistido en la necesidad de la unidad europea en las últimas semanas, a raíz de la elección del presidente francés, Emmanuel Macron, un europeísta convencido que aspira a profundiza­r y avanzar en la construcci­ón del proyecto comunitari­o. Pese a las discrepanc­ias sobre el diseño de la arquitectu­ra de la eurozona y las posibles transferen­cias a Bruselas, Berlín quiere también construir una Europa más fuerte que ejerza como contrapeso de las derivas nacionalis­tas y proteccion­istas que florecen a ambos márgenes del Atlántico. Ese convencimi­ento alemán de que la cohesión europea resulta vital en los tiempos que corren ha quedado certificad­o a ojos de la canciller, tras la traumática experienci­a de los últimos días en la que consensos que parecían garantizad­os han vuelto a estar sobre la mesa.

Lo que dejó el G-7 plantea además un dilema para Berlín con vistas a la reunión del G-20 de la que Alemania es anfitriona y que se celebrará a principios de julio en Hamburgo. El gobierno alemán no aspiraba a alcanzar grandes acuerdos, pero sí al menos a que sirviera para apuntalar la multilater­alidad en un momento de contracció­n transatlán­tica. La experienci­a de las cumbres del G-7 y de la OTAN no permite ahora albergar grandes esperanzas.

“Los europeos debemos tomar nuestro destino en nuestras manos” “Los tiempos en los que podíamos depender completame­nte de otros están terminando. Lo he experiment­ado en los últimos días” “es obvio que debemos tener relaciones amigables con estados unidos, Gran Bretaña y otros países vecinos, incluso rusia, pero debemos luchar solos por nuestro futuro” Angela Merkel canciller alemana

 ??  ?? Merkel, ayer, en un acto de campaña en Munich
Merkel, ayer, en un acto de campaña en Munich

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina