LA NACION

Las paradas de colectivo con más demanda, en extremos de la ciudad En la plaza Roma

Los cinco puntos con más movimiento están en Liniers, Saavedra, Nueva Pompeya y el bajo; pertenecen a las líneas 159, 28, 34 y 31

- Valeria Musse LA NACION

Son las 8.30 de un miércoles de mayo. Un interno de la línea de colectivos 28 se detiene en la parada de la avenida General Paz a pocas cuadras de la estación ferroviari­a de Liniers. Ascienden más de 20 pasajeros y el rodado prosigue viaje. Pero no bien se aleja unos pocos metros, otra fila comienza a formarse en la vereda para esperar el siguiente servicio. La escena se repite casi toda la jornada. Es incesante el movimiento de gente en ese punto en particular y no es extraño que suceda eso: se trata de una de las cinco paradas más concurrida­s en la ciudad.

De acuerdo con un relevamien­to de la Secretaría de Transporte porteña, las cinco paradas que registran más ascensos diarios promedio funcionan desde Liniers hasta Saavedra, Nueva Pompeya y también el bajo, en los extremos de Buenos Aires. Correspond­en a las líneas 159, 28, 34 y 31, según muestras analizadas de varias jornadas.

La amplia distribuci­ón geográfica de las paradas con mayor demanda respalda otro dato: que el colectivo sigue siendo el medio de transporte más utilizado en los distintos barrios porteños por su gran alcance territoria­l. Más de la mitad de los viajes diarios en transporte público dentro de la Capital (el 57,5% de ocho millones) se realiza en el servicio automotor, ya sea para cruzar de un extremo a otro, para movilizars­e entre barrios o para llegar hasta los límites del distrito.

Otros medios, como el subte, se prefieren por la rapidez, aunque no abastece toda la ciudad, o porque son una alternativ­a sustentabl­e, como la bicicleta.

“Siempre hay esta cola. Todos los días a toda hora. Y eso que el colectivo pasa cada cinco minutos, más allá de alguna que otra demora en particular”, comenta Lidia mientras aguarda por el ramal rápido en la parada de Liniers de la línea 28. Mientras dialoga con la nacion, más pasajeros se suman, uno tras otro, a la hilera que hay detrás de ella. Las cifras oficiales indican que en promedio unas 1184 personas toman ese colectivo cada día en esa parada sobre General Paz, entre Ibarrola y Coronel Ramón Falcón.

Los trabajador­es de la empresa explican que el mayor movimiento en ese punto ocurre entre las 6 y las 8. Durante esa franja horaria, recuerdan, se juntan muchos estudiante­s que arriban con el tren Sarmiento a Liniers, procedente­s del Oeste, y toman el colectivo con destino a Ciudad Universita­ria.

Marcelo, un usuario, se conoce “de memoria” el recorrido. Ratifica que en la parada de General Paz siempre hay mucha gente. “¡Ni te cuento en horarios pico!”, agrega. Algo lo inquieta: “Hay una bandita que espera que lleguen los colectivos para manotear los celulares y billeteras de quienes suben al micro. Se aprovechan del amontonami­ento”, comenta, preocupado tras presenciar algunos hechos.

Pero hay otra línea con una zona de detención aún “más popular”, indican las fuentes. Se trata del colectivo 159, que une el bajo porteño con Quilmes y Berazategu­i; el servicio cuenta con varios ramales y el rincón donde más movimiento­s contabiliz­a está en Lavalle al 100, en la plaza Roma, en San Nicolás.

A diario, alrededor de 1380 personas ascienden allí a los micros de esta línea, que a lo largo de esa cuadra –entre la avenida Alem y Bouchard– congrega cuatro ramales distintos. Marcela Bota, que acaba de finalizar su jornada laboral, explica a la nacion: “Podría ir a otra parada que me quede más cerca, pero vengo a ésta porque de acá sale y viajo sentada”. El interno al que se sube la mujer pone primera y parte hacia el sur bonaerense; en menos de un minuto, ya hay tres pasajeros que empiezan a formar la hilera para ascender al siguiente.

Algo similar ocurre en la parada que tiene la línea 31, con sentido al sur de la provincia, en avenida Sáenz al 1100, en Nueva Pompeya. Samuel, un asiduo usuario de este colectivo, lo vive a diario en la entrada y la salida de la escuela de su hija. En esos momentos, la mitad de los pasajeros que esperan para regresar a sus hogares visten guardapolv­os y uniformes escolares. Pablo Elcone, inspector, afirma: “Igual, la hora pico sigue siendo la más concurrida. Entre las 16.30 y las 19 no para de llegar gente acá”.

La estadístic­a del hombre no se equivoca. La hora 17 continúa al tope de la lista de demanda: en promedio, en toda la Capital, poco más de un millón de personas se toman colectivos en ese momento del día. A las 7 de la mañana ocurren unos 934.592 ascensos, apenas 11.000 más que al mediodía. Así surge del relevamien­to de la Secretaría de Transporte porteña.

El informe incluyó también un ranking de las líneas más utilizadas, liderado por la 60, la 152 y la 28.

Las otras paradas con mayor concurrenc­ia son la de la línea 34 ubicada en Francisco de Viedma y Casco, también en Liniers (hasta la semana pasada se había corrido momentánea­mente a Juan B. Justo por obras en una calle) y la de la línea 28 que funciona en General Paz y Cabildo.

Desde la Secretaría de Transporte destacan que algunas de las cinco paradas más populares están en distintos corredores de Metrobus. “Estamos optimizand­o la calidad del transporte público para que sea la opción más atractiva de movilidad”, dijo el responsabl­e del área, Juan José Méndez.

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Santiago filipuzzi Esta parada de la línea 159 tiene la mayor cantidad de ascensos de toda la ciudad
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Emiliano lasalvia El nodo de la línea 28 en Liniers es otro de los puntos neurálgico­s

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