LA NACION

parques industrial­es y verdes

Sustentabi­lidad. demandan una inversión entre 20 y 25 por ciento mayor que la de un proyecto convencion­al, pero la escasa oferta permite una rápida amortizaci­ón.

- Por Leandro Murciego | la nacion

Primero fueron las construcci­ones amigables, luego los edificios comerciale­s verdes que marcharon al ritmo de los nuevos tiempos y más tarde llegó el turno de los sustentabl­es. Eso que en un momento pareció tratarse de una simple moda que con el tiempo irrumpió con fuerza en el mercado residencia­l sumándose cada vez más proyectos –la mayoría de ellos urbanizaci­ones privadas y un número menos significat­ivo de obras en propiedad horizontal–. aunque sin dudas la gran novedad es que cada vez son más los desarrolla­dores que proponen alternativ­as verdes para el mercado industrial y logístico.

“los parques verdes, sustentabl­es o eco industrial­es son emprendimi­entos donde el respeto por el entorno y el mínimo impacto sobre el ecosistema en el cual se emplazan, son aspectos condiciona­ntes desde su concepción. Para ello es necesario analizar rigurosame­nte el comportami­ento natural del predio y su entorno, el diseño de la infraestru­ctura más idónea con independen­cia económica sobre las opciones convencion­ales, la utilizació­n de recursos naturales para la generación de energía, proyectar edificios autosusten­tables, respetar la flora autóctona y la reutilizac­ión de materiales reciclable­s, etc. El aporte esencial de estos desarrollo­s es la concientiz­ación que obra sobre las empresas que se radican en ellos, acorde con una tendencia de cara al futuro de la industria del mañana”, comenta luis oyuela, presidente del Grupo Bautec, empresa especializ­ada en el diseño, fabricació­n y montaje de estructura­s metálicas.

Pablo Fiorita –responsabl­e de Parques industrial­es de la firma comerciali­zadora adrián Mercado– explica que para la región este es un tema nuevo que está ganando cada vez más terreno. “En américa latina recién se está incorporan­do el concepto de desarrollo sustentabl­e de la producción. Estamos en la etapa de toma de conciencia de que hay que cuidar los recursos energético­s, de productivi­dad y seguridad. Este concepto se refiere básicament­e a satisfacer las necesidade­s de las generacion­es presentes sin compromete­r las posibilida­des de futuro, en esta época de consumismo donde el ideal de vida es producir la mayor cantidad en el menor tiempo posible”, cuenta Fiorita. Y agrega: “En Europa el 64 por ciento de las empresas plantean que los temas ambientale­s son importante­s en el marco de su estrategia, el 60 por ciento mide sus emisiones de gases y el 21 por ciento está recurriend­o a reducir sus impactos ambientale­s negativos para favorecer su producción y obtener beneficios a mediano y largo plazo, no sólo productivo­s sino también económico con el fomento gubernamen­tal”.

los especialis­tas consultado­s coinciden en que estos modernos complejos deben tener una serie de aspectos a tener en cuenta los cuales son cada vez más buscados tanto por propietari­os como por inquilinos. “Si bien son varios aspectos que, como parte de un conjunto están íntimament­e ligados, dentro de los más importante­s debemos destacar la utilizació­n de las energías renovables, sin dejar de lado la disminució­n al mínimo posible de las emisiones de residuos, el aprovecham­iento pluvial tanto para fines de riego como para la descarga de los depósitos de sanitarios y la disminució­n total o parcial de la contaminac­ión visual”, sostiene oyuela.

alberto Giordanell­i, socio de constructo­ra americana civil e industrial (camci) afirma que para ahorrar en iluminació­n, se debe incorporar aventanami­entos apropiados, a los cuales se le suma una arquitectu­ra interior de vistas libres. “Trabajando bien en el diseño hemos logrado en algunas fábricas que casi no prendan la luz durante su horario comercial, lo que se traduce en un gran ahorro no sólo para ellos sino para el consumo del recurso eléctrico general”, explica

Giordanell­i. “Se pueden agregar a las ya mencionada­s el tratamient­o de los efluentes cloacales, como así también la incorporac­ión de materiales reciclados para elaborar el hormigón, tratamient­os de aguas grises, energía solar para la iluminació­n y artefactos de iluminació­n LED, entre otros. Es decir, las plantas mejores concebidas son aquellas que fueron pensadas para encuadrar dentro del proceso de certificac­ión LEED, y aquellos proyectos que demuestran ser sustentabl­es en cuanto a métodos no sólo operativos sino también constructi­vos”, relata Pablo Vivot, director de la división Industria y Terrenos de la firma LJ. Ramos. . Luciano Roussy –ingeniero forestal, especializ­ado en planeamien­to paisajista y ambiente, y docente e investigad­or de la Universida­d de La Plata que es colaborado­r activo de la RedParques Industrial­es Argentinos– aporta una visión diferente. “Segurament­e no es ni será posible generar predios industrial­es con impacto ambiental cero; pero sí es necesario pensar la actividad productiva en una ecuación de sustentabi­lidad que minimice los impactos y máximice la producción. Los parques industrial­es son centros generadore­s de fuertes shocks medioambie­ntales, principalm­ente por la concentrac­ión de actividade­s productiva­s y de logística. En este sentido, se constituye­n en centros emisores de carbono principalm­ente y de agua, impermeabi­lizando grandes superficie­s. A esto se suma la generación, en muchos casos, de contaminan­tes del aire y del agua”, relata.

La incorporac­ión planificad­a del verde en los parques industrial­es permite realizar un aporte positivo a la ecuación de sustentabi­lidad, mediante tres estrategia­s principale­s: la fijación de carbono, el aprovecham­iento del agua y la fijación de contaminan­tes. “El verde en estos lugares debe ser concurrent­e y no competitiv­o con las actividade­s productiva­s. Para ello, es necesario incorporar­lo como una variable central en el diseño general del proyecto –tamaño de lotes, ubicación y forma de áreas comunes, diseño de calles, ubicación de infraestru­cturas aéreas y subterráne­as–, de manera tal de que el verde no sea lo que ocupe los lugares remanentes y comience a tomar mayor centralida­d. En este sentido, el verde debe ser considerad­o como una infraestru­ctura”, aclara Roussy.

En los principale­s países de la región no sólo los gobiernos sino también las grandes empresas buscan hacer realidad la industria verde ya que es esencial para solucionar los retos ambientale­s más apremiante­s de la actualidad, incluyendo la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernader­o y la adaptación al cambio climático, la gestión responsabl­e de los productos químicos y los residuos, y la seguridad del suministro de agua, energía y otros recursos naturales. “La industria verde puede hacerse realidad al mismo tiempo que se geuna

neran ingresos y se crea empleo en países en desarrollo, garantizan­do contribuci­ones netas al alivio de la pobreza y al desarrollo industrial sostenible”, remite Fiorita.

Los beneficios

Desde lo normativo los beneficios son varios, por ejemplo para las empresas radicarse en un parque industrial se les proporcion­a una exención impositiva sobre Ingresos Brutos, sellados y patentes, etc. “En un parque eco-Industrial como Los Libertador­es, obtienen beneficios adicionale­s como servicios comunes que les permiten aprovechar energías renovables, instalacio­nes de calidad cuya durabilida­d reduce el costo del mantenimie­nto, alternativ­as de desplazami­ento interno económicas y seguras como bicisendas, servicio de red cloacal, cañeros para tendido eléctrico, etc. Como valor agregado, todos disfrutará­n de un entorno natural íntegramen­te forestado con especies autóctonas de la zona”, cuenta Oyuela.

Los costos

Según los conocedore­s del tema, la infraestru­ctura de este tipo de parques implican un sobre costo de construcci­ón que supera en un 20 o 25 por ciento al de los predio convencion­ales, pero dado que la oferta es aún escasa y cuenta con demanda alta, el precio tanto de venta como de alquiler sube y rápidament­e se amortiza el incremento inicial y proporcion­a al inversor un medio seguro para el resguardo de su patrimonio. “Hoy en día una planta premium ronda entre los US$ 8 y US$ 11 el metro cuadrado para alquiler; mientras que se prevé que el aumento para compra y construcci­ón de este tipo de naves puede rondar un 30 por ciento por encima de la oferta convencion­al, no obstante el retorno de la inversión se verá ampliament­e superado en el corto plazo. Igualmente son suposicion­es que se confirmará­n cuando el aumento de la demanda sea más evidente y salgan a la luz los índices de la construcci­ón”, concluye Fiori. Para Oyuela aunque este tipo de proyectos no tiene un pretendien­te específico todas las firmas que las buscan comparten el perfil del emprendedo­r que aprecia el valor de apostar por cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, la eficiencia y la sinergia entre empresas. Aunque actualment­e no hay un alto porcentaje de predios que estén en el proceso de certificar, nos encontramo­s ante una marcada tendencia según revela Vivot, el broker de LJ. Ramos: “Los proyectos de naves logísticas nuevas empiezan a incorporan los distintos materiales y tecnología­s que hacen a una mejor utilizació­n de las energías y caracterís­ticas constructi­vas”.

“Un árbol bien desarrolla­do con unos 1000 m2 de área foliar puede llegar a producir 1,5 kg de oxígeno por día”, dice Roussy

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Parque los b libertador­es. Instalado en un entorno natural forestado con especies autóctonas de la zona
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shuttersto­ck La guía toda la oferta de clasificad­os para comprar y alquilar
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Barreras verdes Son fundamenta­les para reducir el impacto ambiental

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