Macri pidió a sus ministros un recorte de gastos para 2018
Reclamó que revisen programas y que sean austeros; aseguran que no tocarán partidas sociales
No fue una reunión de gabinete más. Aunque el discurso del Presidente bajó con calma, todos los ministros entendieron el mensaje central: Mauricio Macri les pidió ayer que le presenten un plan de reducción del gasto en sus respectivas áreas para el próximo año.
El planteo fue parte del inicio de la discusión por el presupuesto 2018, que se confeccionará sobre la base de las propuestas de ajuste que presentará cada responsable de área.
Según confiaron a importantes LA NACION fuentes de la Casa Rosada, la intención es reducir programas ineficientes y fusionar estructuras burocráticas, como secretarías, subsecretarías y direcciones. Sin embargo, hay consenso en que no se avanzará en el recorte de partidas sociales.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que actuó como vocera del encuentro, explicó que los funcionarios acordaron que el diseño del presupuesto 2018 “será austero y con menor peso del Estado sobre la economía”.
Más allá de estas prevenciones, en el Gobierno aseguran que el año próximo se cumplirá con la meta de déficit fiscal de 3,2% pautada para 2018, así como el objetivo de 4,2% para este año.
Este tema fue motivo de debate en un panel de economistas realizado ayer, integrado por Carlos Melconian (ex titular del Banco Nación), Dante Sica y Ricardo Arriazu. Este último especialista advirtió: “Este año vamos a tener más déficit en cuenta corriente que el año pasado porque no se hizo el ajuste en el sector público. Y salir a los mercados para financier el gasto corriente no es nada bueno”.
Hubo momentos del juicio en los que no pudo contener las lágrimas. Se quebró cuando mostraron las imágenes de la autopsia hecha al cadáver de Claudia Schaefer, cuerpo que recibió 66 puñaladas, ocho golpes y fue degollado. “Lo mejor para los hijos de la víctima es la decisión que tomamos”, sostuvo a la nacion una mujer de 42 años integrante del jurado popular que encontró ayer culpable a Fernando Farré.
Ella no quiso dar su nombre, pero contó detalles de su vivencia durante las siete jornadas del juicio. “Lloré bastante. Pensamos mucho en los hijos de la víctima”, sostuvo, aún emocionada.
El jurado fue formado por doce vecinos del Departamento Judicial de San Isidro. Sus edades oscilaron entre los 24 y los 65 años. Se sentaron en esa posición amas de casa, empleados, estudiantes y varios desocupados.
“Nuestro mayor miedo fue cuando Farré leyó la carta para sus hijos, fue un intento de conmovernos”, sostuvo Norma, vecina de San Fernando, de 60 años.
Los doce jurados titulares y seis suplentes se conocieron el lunes pasado, el día de la primera audiencia.
Habían sido preseleccionados 46 ciudadanos, pero después de un sorteo quedaron 18, que estuvieron en las siete audiencias. Sólo votaron los 12 titulares.
Cada vez que había un cuarto intermedio y querían ir al baño eran acompañados por personal policial. Lo mismo sucedía cuando iban a almorzar al bar Hábeas Corpus, situado frente al edificio de los tribunales de San Isidro.
Los miembros del jurado viven en San Isidro, Olivos, San Fernando y Pilar. Los jurados que viven más lejos, como en Pilar, llegaron a las audiencias en un móvil de la policía bonaerense. Los que tenían el domicilio más cerca se acercaron por sus propios medios. “Estábamos nerviosos. No era algo común para nosotros”, afirmó Gonzalo, de 35 años, que trabaja como empleado, que fue el presidente del jurado y quien leyó el veredicto.
La sentencia tuvo un importante interés mediático, lo que hizo que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Isidro tuviese la colaboración de la Dirección de Comunicación de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.