Sturzenegger: “Nos mantendremos firmes con la tasa”
El presidente del BCRA insistió en su política monetaria como instrumento contra la inflación; negó que haya atraso cambiario
El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, no abandona su cruzada contra la inflación. Ante cientos de ejecutivos responsables de gestionar las finanzas de bancos, fondos y grandes empresas, el jefe de la autoridad monetaria
reiteró que no piensa modificar su política de altas tasas de interés hasta que la inflación no empiece a bajar. Aunque, anticipó, esto ya empezó a suceder el mes pasado.
“Nos mantendremos firmes con nuestra tasa de política monetaria hasta que las inflaciones mensuales tengan una clara senda descendente, proceso que vemos que comenzó
a materializarse en mayo”, dijo Sturzenegger, quien comenzó su disertación en el almuerzo organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), en el hotel Sheraton, hablando de los precios. “Y los datos de junio también son alentadores”, adelantó.
Así, dio señales de que la suba de tasas de política monetaria que esta- blece el BCRA podría haber encontrado su techo, pese a que la semana próxima el banco enfrentará uno de sus vencimientos de letras –las Lebac, como se las conoce en la jerga financiera– más importantes hasta ahora. El Central deberá renovar $ 500.000 millones en la licitación del martes 13, según datos que ofrece la entidad.
Aunque es probable que las tasas se mantengan en los niveles actuales por un par de semanas. Es que, según Sturzenegger, el Central procurará mantener siempre la tasa de interés positiva en términos reales, esto es, que se ubique por encima de la inflación esperada.
El Central espera que la inflación oficial anualizada a mayo se ubique entorno al 25% y que se reduzca a valores del 21 o 22% para julio, los valores más bajos desde 2009. Los precios mayoristas, dijo Sturzenegger, ya se encuentran alineados con la meta de inflación que la entidad se impuso para este año( del 12 al 17% anual ).“Desde el BCRA no avizoramos presiones en los precios mayoristas que puedan impulsar aceleraciones de los precios al consumidor”, informó.
Pero el responsable del Central no sólo habló de inflación: también se defendió de quienes hablan de atraso cambiario. En su exposición subrayó que, desde que se salió del cepo cambiario, “el 51% de los días el tipo de cambio subió, mientras que el 49% bajó, dando cuenta del comportamiento más impredecible de nuestra moneda desde que la paridad cambiaria es flexible”. “Ésta es una evidencia de lo arriesgado que es apostar a un valor futuro del tipo de cambio, ante laim pre dictibi lid ad del mismo en contextos de flotación”, dijo, entre el murmullo de muchos de los comensales, que parecían poco sorprendidos con sus palabras.
Sturzenegger, no obstante, insistió en su tesis. E incluso llamó a los ejecutivos de finanzas a cubrirse de eventuales movimientos del tipo de cambio con contratos de futuros. Les explicó cómo, mediante una contrato de futuro que permita fijar el tipo de cambio, la tasa de interés en pesos que hoy ofrece el mercado local se vuelve una tasa en moneda extranjera igualmente atractiva, una obviedad para muchos de los expertos financieros presentes que viven haciendo ese tipo de apuestas.
Con todo, el problema del atraso cambiario y de la competitividad volvió a surgir en las preguntas que le hicieron los presentes una vez finalizada su exposición. Allí, Sturzenegger aseguró que no se usará el tipo de cambio real para anclar la inflación y que los valores del tipo de cambio multilateral (que además del dólar incluye las monedas de los principales países socios comerciales de la Argentina) están hoy similares a los del año pasado.
“El tipo de cambio es flotante, donde la gente crea que tiene que acomodarse, se acomoda. Hoy el real multilateral está en valores muy similares al del año pasado”, dijo, aunque, una vez más, sus palabras no lograron captar demasiado la atención de sus interlocutores, la mayoría, ya abocada de lleno a terminar su plato de carne con papas.