Por los caminos de la fotografía con la guía de Depardon
El prestigioso fotógrafo y cineasta encabezó una recorrida por sus dos exposiciones en el Centro Cultural Recoleta, que inauguran hoy; habrá master classes y proyecciones
A partir de los doce años, Raymond Depardon (1942) estudió fotografía por correspondencia. A los dieciséis, luego de fotografiar a familiares, escenarios rurales y, sobre todo, caballos, dejó la granja familiar en la que había crecido para probar suerte como aprendiz de fotógrafo en París. Quizás ese espíritu adolescente fue el que guió la mirada luminosa de Depardon toda su vida, hasta convertirlo en uno de los fotógrafos y documentalistas más singulares en el campo de la imagen contemporánea. Sus interrogaciones éticas sobre la infancia abandonada (en Chad, en Glasgow, en Nápoles o en Ruanda), las formas espectaculares de la democracia occidental o las condiciones de vida en las instituciones psiquiátricas lo convirtieron en un referente mundial. Dos muestras de fotografías en color representan una oportunidad única para conocer su obra. A partir de hoy, con entrada libre y gratuita se exhiben en el Centro Cultural Recoleta Un momento
tan dulce y Francia. La ciudad de Buenos Aires es el primer destino extranjero de las dos muestras, que estuvieron al cuidado del director de la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo, Hervé Chandès. Ya se exhibieron en París y en Marsella. Cuando Chandès le propuso organizar una retrospectiva en el Grand Palais, Depardon no lo dudó: “Será de fotografías en color”.
Es la quinta visita a la Argentina del fotógrafo, autor de libros como
Errance y En Afrique, aunque la que se inauguró ayer es su primera retrospectiva en el país. Esperar valió la pena: las muestras suman más de 160 fotografías en pequeño y gran formato. Depardon realizó fotorreportajes en Etiopía, Chad, Inglaterra, en el Chile de Salvador Allende, en Ecuador luego de un terremoto y en Bolivia. En dos se- ries de fotos aparece el punto de vista de Depardon sobre dos ciudades argentinas: Río Gallegos y Buenos Aires. La primera es una secuencia que tomó desde una esquina en esa ciudad de la provincia de Santa Cruz, donde se observa a un grupo de jóvenes rodeados de perros callejeros. “Creo que soy un fotógrafo del Sur”, dijo. “Allí la luz es más pura y los contrastes son más fuertes”, agregó. Las fotos de Buenos Aires, tomadas en 2012, fueron hechas en los alrededores de la Plaza de Mayo. “Los peatones juegan un papel muy importante en esta ciudad”, dijo durante la recorrida inaugural de las muestras.
Francia es un conjunto de obras de gran formato, tomadas con cámara de placas. “La Francia que quise fotografiar es aquella de la que yo vengo, la del Tour de Francia, de los bodegones, de los pueblos y las ciudades chicas, con pequeñas zonas industriales o urbanas”, declaró Depardon.
Uno de los fotógrafos más importantes está en la ciudad para acompañar por unos días sus escenas de la vida registradas durante viajes, trabajos por encargo y paseos por el mundo. Gentil y cálido, no se privó de dar consejos ayer a la tarde: “La mejor técnica para hacer buenas fotos es caminar y tomar muchas fotos mientras se camina”.