LA NACION

DE OTRA ISLA NATHAN HUGHES, EL FIJIANO QUE ES INGLÉS

Empezó de casualidad en el rugby y hoy es figura en el selecciona­do de un país al que hace cuatro años ni conocía

- Texto Alejo Miranda

se dice que en Fiji hay dos salidas laborales posibles: el rugby y el ejército. Hasta los 17 años, Hughes no había tocado una pelota de rugby. Bastó un partido para que su destino cambiara para siempre. Lo que nunca imaginó es que el éxito le llegaría representa­ndo a Inglaterra, país al que hace cuatro años no podía señalar en el mapa.

Hughes, de 25 años, llegó al selecciona­do más rico del mundo gracias a las flexibles reglas de elegibilid­ad de World Rugby. La primera gira internacio­nal lo trajo a Buenos Aires, donde Inglaterra se prepara para jugar dos test-matches con los Pumas, el sábado en San Juan y siete días más tarde en Santa Fe, a las 16.45.

“Si no fuera por el rugby probableme­nte hoy estaría vagando por mi barrio”, dijo cuando recibió el primer llamado medio año atrás.

Oriundo de Lautoka, conocida como “la ciudad del azúcar” por ser el cultivo de caña la actividad principal, creció jugando al hockey, el deporte que practicaba­n sus padres. En 2008, al equipo de rugby de su colegio, St. Thomas High School, le faltaba un jugador para enfrentars­e con un conjunto neozelandé­s y el entrenador, seducido por su tamaño, lo invitó. No sabía ni las reglas, pero no importó. “Tomá la pelota y corré. Y si un rival la tiene, tacklealo”, le dijeron. El impacto fue inmediato: los visitantes de Kelston Boys’ High le ofrecieron una beca para actuar en Nueva Zelanda. Estuvo cinco años en Auckland y en 2013 emigró a Inglaterra para jugar en Wasps, equipo en el que esta temporada llegó a la final de la liga. Ni bien cumplió los tres años de residencia, Eddie Jones lo convocó al selecciona­do.

“Nunca imaginé que iba a jugar para Inglaterra ni para ningún selecciona­do. Pero trabajé duro, fui progresand­o, Eddie se fijó en mí y fue una gran oportunida­d para mí y para mi familia”, contó para este gigante Nº 8 de la nacion 1,96 metros y 125 kilos. “Si puedo atraer a tres o cuatro marcadores y facilito que los chicos lindos de la línea de backs hagan los tries, habré cumplido mi trabajo”, explicó.

Hughesdebu­tóinternac­ionalmente­el12denovi­embre último, cuando ingresó desde el banco anteSudáfr­ica.Unasemanam­ástardehiz­olopropio frente a su nación natal. “No es algo raro para mí jugar para otro país. Es como cualquier otro trabajo”, comentó. Y se explayó: “Éste es mi traba- jo. Es la forma de llevar el pan a mi familia. Cada vez que me pongo la camiseta de Inglaterra juego para el país, para mi familia y juego mí mismo”.

No es un único fijiano en el plantel. Su compañero de habitación es el wing Cokanasiga. “Por alguna razón me pusieron con el gran Joe. Es de Suva, de la costa del este. Yo soy del oeste. ¿Es así? No soy muy bueno en geografía. No hay rivalidad, venimosdel­amismaisla.Allítodosn­osqueremos entre nosotros, y cuando nos encontramo­s nos alegramosm­ucho.Aunqueseal­aprimerave­zque nos vemos, tenemos una conexión”, detalló.

Tampoco son únicos extranjero­s: el capitán Dylan Hartley es neozelandé­s, como Denny Solomona (que hasta el año pasado jugaba rugby league); Marland Yarde es de Santa Lucía; Nathan Earl nació en Hong Kong; Sam Underhill es estadounid­ense, y Don Armand, de Zimbabwe. Algunos son elegibles por tener antepasado­s ingleses; otros, por la regla de residencia, que desde 2020 pasará a ser de cinco años gracias a la gestión de Agustín Pichot en World Rugby.

Con ocho caps en su espalda, Hughes puede ser considerad­o uno de los veteranos de un plantel quetiene18­jugadoress­inexperien­ciainterna­cional. Afectada la mayoría a la gira de British & Irish Lions por Nueva Zelanda, el entrenador apostó por jóvenes. “Es excitante. Hay jóvenes con potencial para estar aquí. Quienquier­a salga a la cancha va a estar listo para jugar”, aseguró Hughes. Así y todo, el equipo se sostiene en veteranos de la talla deHartley,JoeLaunchb­ury,ChrisRobsh­aw,Danny Care, George Ford y Mike Brown. “Está en cada uno asumir el liderazgo. Es un grupo de jóvenes con un puñado de veteranos. Eddie quiere que todos den la cara y sean líderes”, añadió.

Jones llevó a Inglaterra del fracaso más grande en su historia al quedar eliminada en la rueda preliminar del Mundial de 2015 como local a ganar 17 partidos consecutiv­os y dos Seis Naciones. Además, es el responsabl­e de que Hughes hoy luzca la rosa en el pecho. “Lo que hizo fue devolver a Inglaterra al lugar que merece, bien arriba. Todavía hay mucho por crecer, pero creo que con el tiempo vamos a llegar ahí”, dijo el fijiano.

Ahora, la misión es revalidar contra los Pumas ese potencial. “Ellos pasaron de estar cuartos en 2015 a novenos, y van a querer demostrar que merecen estar más arriba. Va a ser un desafío muy físico”, sostuvo. En la cancha, Hughes también quiere deglutir carne argentina.

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AP Hughes con la rosa, algo impensado para él hace ocho años, cuando ni jugaba al rugby

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