LA NACION

Contagio, ataque feroz y pase: la idea exige valientes

El método de Sampaoli, preocupado por imponer un estilo en el equipo nacional

- Andrés Eliceche ENvIADO ESPECIAL

MELBOURNE.–JorgeSampa­olillama a un jugador a una habitación del hotel. Lo recibe, le muestra un video y le explica un movimiento. Cortito, directo: considera que tendrá su atención por no mucho más que tres minutos y no puede desaprovec­harlos. Pasan unas horas, la acción se traslada al campo de entrenamie­nto: el técnico de la selección aprovecha que su segundo, Sebastián Beccacece, está marcando un ejercicio y entonces él toma del brazo a otro futbolista, lo quita del grupo y pone a correr el reloj mental de los tres minutos otra vez. vuelven al hotel, ya es de noche, pero se le ocurre otra idea: busca al destinatar­io en el piso 14 y se la recita. Termina el día, está paradójica­mente preocupado: teme que de tan entusiasma­do que percibe al plantel con eso de ir al frente, la pasión lo desborde y Brasil se lo haga pagar. Entonces piensa... No, mejor mañana.

El nuevo entrenador de la selecciónc­reequehayu­naúnicaman­era de evitar el desastre que significar­ía quedar fuera del Mundial de Rusia: atacando. Por eso, sus energías apuntan a sembrar un estilo que lo ayude a ganar mañana en el gigantesco Melbourne Cricket Ground, pero que sobre todo lo empuje a la victoria contra Uruguay, en el Centenario, el 31 de agosto, cuando la cuenta regresiva de cuatro fechas delaselimi­natoriasse­active.¿Yqué eselestilo­Sampaoli?Desparrama­r acadainsta­ntenocione­sdesocieda­des,coberturas,transicion­es:fútbol en estado puro, el que lo identifica y con el que pretende enamorar a sus jugadores.Creequedel­acrisisses­ale a través de la pelota, el contagio y la valentía.

Todos los trabajos que establece en las prácticas son pensados para potenciare­lperfilofe­nsivo.Noquiere la famosa foto de siete chilenos rodeando a Messi en la final de la Copa América pasada. Apunta a que el 10, con el que conversó sobre el tema, tenga un lateral que le ofrezca la posibilida­d de descargar o distraer: el chico José Luis Gómez se come las uñas esperando su oportunida­d; pretende que los que le lleven la pelota al capitán tengan buen pase: Banega, Biglia, GuidoRodrí­guezyPared­essesacan chispas para quedarse con el cartel de “mediocentr­o”, la posición que define lo que Sampaoli quiere de su equipo. ¿Qué quiere? Que mande, que detente la posesión, que “viaje junto” hacia adelante y hacia atrás, que presione arriba, que sea agresivo para quitar (“El de adelante decide, el de atrás corrige”, les repite) y solidario para crear.

No hay, en estos primeros días de convivenci­a y tanteos mutuos con los jugadores, demasiado fervor puesto en algo que exceda los límites del rectángulo de juego. El DT de Casilda cree que si se pone el carro en movimiento, los melones se acomodarán solos. ¿Icardi es supuestame­nte resistido por alguno? Que compartan las rondas de mate que se arman en la utilería del piso 14 y vean qué tal. ¿Los jugadores mantienen su postura de no dar entrevista­s? Se quedará al margen para no invadir un espacio que cree que no le correspond­e. ¿Les pesa la mochila de las finales perdidas y la delicada situación actual en la tabla de las eliminator­ias? Que den un paso adelante y no se queden esperando nada: la clasificac­ión se consigue jugando, no hablando de presión y miedos. Está convencido de que no hay mayor desigualda­d que tratar a todos por igual: en esta etapa fundaciona­l, él y su cuerpo técnico intentan decodifica­r a cada jugador para saber cómo convencerl­os.

Fuera de la cancha, elige no dar señales que se puedan malinterpr­etar. Pretende lucir bien físicament­e, que los jugadores vean que si le cae una pelota cerca tiene margen para correrse y devolverla bien, por eso no se da pausa y en algún momento de cada jornada sube al gimnasio del piso 27 del Crown Metropol y se ejercita; la pileta climatizad­a, tentadora, mira del otro lado pero no la toca.

Le encanta Icardi, lo ve capaz de ponerse la 9 de la Argentina y salir a jugarsinmá­s.Evaluabase­riamente ponerlocom­otitularma­ñana,pero la distensión que arrastra el 9 de Inter lo impedirá.

Está a las puertas del estreno, ese momento que dice que espera desde el mismo día en que decidió ser técnicopor­queparafut­bolistaama­teur ya no le daba. “Tengo que estar, mi país me necesita”, dijo con tono patriótico cuando se despidió de Sevilla. Jorge Sampaoli no se queda quieto: voraz como el equipo con el que fantasea, quiere el bronce.

“Lo más imporTAnTe es eLegir A AquéLLos que TengAn LA chAnce de poTenciArs­e junTos”. jorge sampaoli dt argentino

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina