El motor para la candidatura de Cristina
“Su candidatura está confirmada”, dicen los leales. “Ella no sabe todavía qué va a hacer”, sostienen los que antes estuvieron con ella y ahora pretenden enfrentarla. “No se va a presentar”, afirman los que se fueron antes y quieren evitar la polarización que ella genera. Pero más allá de este Prode en el que muchos eligen empate, local y visitante al mismo tiempo, algunas señales empiezan a aparecer sobre lo que haría Cristina Kirchner de cara a las próximas elecciones legislativas. Los que la conocen bien aconsejan tener en cuenta algunas frases de la charla con amigos televisada por el canal también amigo C5N. Explican que allí se perfiló lo que puede ser el gran motor de su candidatura: corporizarse en medio del Senado, en sus puntiagudas botas de taco stiletto, extrayendo un largo látigo de su cartera Louis Vouitton para domar a cuanto legislador peronista se atreva a la benevolencia con el gobierno de Macri. Los imaginados cortos de la campaña “Abuela bondage, experta en sadomasoquismo” ya estremecen a no pocos habitantes de la Cámara alta.