Después del Partenón, una Torre de Babel
Naturalmente satisfecha, Marta Minujín acepta la admiración del público y el éxito de su instalación con una sorprendente naturalidad. En ese contexto, responde:
–¿Se trata de su consagración mundial?
–De ninguna manera. Yo sigo siendo siempre la misma. Hago lo que debo hacer y claro que me hace feliz que mis obras sirvan para que la gente pueda reflexionar.
–¿Hay diferencia entre su primer “Partenón” y éste?
–Enormes. El primero fue la celebración de la democracia recuperada. Este es la llamada de atención sobre un mundo que está cada vez peor. Con violencia, populismos y extremismos.
–¿Cree que volverá a montar el “Partenón” en otra ocasión?
–No. Ya cumplió su función; transmitió el mensaje que debía. Ahora pasaré a otra cosa.
–¿A cuál?
–Probablemente construiré una Torre de Babel…