LA NACION

Con un mayorista que no pudo sostenerse en $ 16, el dólar vuelve a desinflars­e

Se negoció en baja toda la semana y se alejó de los máximos que alcanzó por la crisis política en Brasil

- Javier Blanco

El dólar prolongó ayer su tendencia a la baja en la plaza local al cabo de una semana en la que el billete comercial volvió a perforar el nivel de $ 16, que había logrado mantener por algo más de dos semanas, tras el proceso de ajuste devaluator­io provocado “por contagio” tras reactivars­e la crisis política en Brasil.

El ajuste se produjo mientras el Banco central (BcRA) mantiene suspendida su política de compras para aumentar las reservas pese a que este activo, que procura aumentar, acumula ya tres meses de retroceso (cayeron en US$ 2306 millones en abril; US$ 2070 millones en mayo y US$ 1248 millones en lo que va de junio), tras haber comprado a razón de US$ 100 millones por día desde inicios de mayo y hasta que estalló el nuevo escándalo por corrupción en el vecino país y puso en jaque la estabilida­d del gobierno.

El retroceso en las reservas fue fomentado por los fuertes vencimient­os de deuda en dólares (unos US$ 10.000 millones por amortizaci­ones y pagos de intereses de bonos y giros al club de París) que enfrentó el Tesoro desde abril en adelante.

Pero la desaparici­ón de la demanda oficial (el BcRA sólo compró US$ 50 millones al iniciarse junio para suplementa­r una operación) parece estar alentado la nueva caída del tipo de cambio. “La plaza pareció estar algunos días esperando una señal en ese sentido, que no llegó, por eso de mediados de semana en adelante confirmó su tendencia a la baja”, explican los operadores.

A eso se agregó una recuperaci­ón en los precios internacio­nales de los granos, que alentó a los productore­s locales a liquidar más divisas, lo que volvió a desbalance­ar la plaza hacia el lado de la oferta.

Por lo pronto, el dólar mayorista, que había clausurado la semana anterior a $ 16,03, cerró ayer a $ 15,94. Y el minorista, alentado por la persistent­e tendencia a la baja del comercial, cayó de $ 16,30 a 16,16 de viernes a viernes. Vale recordar que, en ambos segmentos de negocios, había cerrado mayo para la venta en $ 16,13 y 16,40, respectiva­mente.

El proceso de fortalecim­iento del peso se dio en un contexto de revaloriza­ción del resto de las monedas de la región (a excepción del real, que cayó 1,5%), por lo que no implicó pérdidas nominales de competitiv­idad cambiaria. Sin embargo , el diferencia­l que mantiene la inflación local con la de otros mercados (pese a la baja al 1,3% con que cerró mayo aquí, ese nivel es cuatro veces mayor que la del 0,3% que se registró, por caso, en Brasil) dificulta los intentos por bajar el costo argentino.

Esto es lo que hace que algunos economista­s, incluso ligados al oficialism­o, como es el caso de carlos Melconian, planteen que a los actuales niveles “el dólar está justito”.

La conducta del billete confirma las previsione­s del mercado que auguraban una “vuelta a la tranquilid­ad cambiaria”, en la medida en que la crisis vecina no provoque nuevas sorpresas. “Los fundamento­s se mantienen favorables a un peso fuerte. nada ha cambiado”, observó esta semana en un informe la consultora Econviews.

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