Maestros: conexiones en Buenos Aires
Luego de inaugurar la muestra sobre su obra con un recorrido de lujo en el que habló de cada fotografía suya expuesta en el centro cultural recoleta, y de una multitudinaria master class, el francés raymond depardon se fue hace dos días de la argentina. la muestra, que incluye proyecciones de tres de sus películas, continúa. También permanecen sus ideas, su lucidez, su amabilidad y su generosidad para narrar y explicar su vida y su arte (o sus artes), porque depardon es cineasta pero también fotógrafo (o al revés).
este jueves, cuando depardon se fue, ingresó a la cartelera un estreno de otro maestro europeo septuagenario: Dulces sueños del italiano Marco bellocchio. bellocchio es otro cineasta que ha ido más allá: ha dirigido óperas y hasta ha firmado el afiche de la 40° edición del Festival de cine de San pablo. con Dulces sueños demuestra una vez más su capacidad para tratar con lucidez cinematográfica y humanista los temas más difíciles, como puede ser un duelo que dura décadas: la muerte de la madre, que establece un diálogo temático con Mia Madre de nanni Moretti. los grandes cineastas hacen dialogar sus films, al interior de su obra y con las de colegas. las películas de depardon conectan con sus fotografías, y algunas también dialogan con el cine de Frederick Wiseman.
Mientras comentaba una de sus fotos, y probablemente sin saber que dos días después se estrenaría aquí la película de bellocchio en la que actúa bérénice bejo, depardon habló de la actriz porque mencionó a su padre, su amigo Miguel bejo, también director de cine (en argentina) y luego colorista (en Francia). las conexiones entre los grandes directores también pueden provenir de instantes impensados, y sus obras pueden coincidir felizmente, como estos días aquí.