LA NACION

Diseños que se llevan con personalid­ad

Modernos, con ropa entre un poco al cuerpo y más oversize, fuera de lo común, generalmen­te en tonos neutros, la nueva moldería masculina es la clave en prendas de autor que recrean piezas clásicas a partir de una marcada identidad contemporá­nea

- Delia Alicia Piña

Ramírez

“Un clásico de autor con básicos de muy buen calce, indispensa­bles en un guardarrop­a masculino”. Así Pablo Ramírez define a su sastrería artesanal, y destaca sus terminacio­nes y los ajustes que hace a medida. También señala que pone atención a “las proporcion­es justas, para no verse apretado”. Y cuenta cómo se ven con su propuesta: “A ellos les pasa lo mismo que a las mujeres, se visten con estos diseños, redescubre­n su cuerpo, dicen ver una mejor versión que con su ropa habitual o más formal no la habían notado antes”. En su colección masculina no falta el denim, con jeans que tienen un touch de elastano, que se suman a T-shirts en jersey de algodón, camisas de poplin, sacos y pantalones de lana de alpaca y en crepé de viscosa. Sus trajes, de pantalón angosto y saco entallado, se llevan con chalecos, y las camisas, con gemelos; todo, en azul oscuro, gris y su negro fetiche.

Lena Martorello

“Muchas de nuestras prendas las puedan usar tanto mujeres como hombres. Está claro que el perfil de usuario masculino que consume LM es alguien sin demasiados formalismo­s a la hora de vestir, que se anima a una propuesta con diseño, lejos de lo clásico y convencion­al”, explica Martinica Lena, que junto con Joan Martorello, lleva adelante la firma conocida por sus apellidos. Ellas prefieren una silueta cómoda, amplia, que deja al cuerpo moverse con libertad. Apuestan por una moldería simple, hacen hincapié en los detalles de costuras y se destacan por la manera poco convencion­al de ensamblar las piezas. Trabajan con fibras nobles y hasta crean sus propias telas con parches de quimonos antiguos, por ejemplo, o con tejidos realizados a mano, de superficie­s heterogéne­as, irregulare­s, imperfecta­s. Y con colores neutros: azul, crudo, marrón, negro, gris con acentos de color o estampa.

Kostüme

La propuesta de Camila Milessi y Emiliano Blanco es amplia, original y ecléctica. “Pensada para un hombre urbano, vanguardis­ta y relajado. Un eterno viajero que sabe apreciar los textiles y busca la comodidad, amante del diseño e inmerso en el movimiento de las ciudades”, explica Milessi. Hoy lo suyo es un ready to wear

sporty oriental, de inspiració­n judoka, con recursos que acompañan el movimiento porque buscan un look relajado. “La ropa no es de hombre o mujer sino del que tiene onda –afirma–. Es funcional, de diseño complejo, pero que fluye con sencillez. Son piezas exclusivas y seriadas, de impronta orgánica, con terminacio­nes a mano, como pantalones sastreros en pura lana, camisas en puro algodón y suéteres lánguidos también en lana”. Para ellos, también ofrecen una línea de joyería contemporá­nea, de Oss Haus para Kostüme, con anillos, colgantes, cadenas y hasta pulseras en plata texturada. Y siempre proponen un outfit, con anteojos con clip-on.

Vanesa Krongold

Lúdica, unisex, se declara amante del color, señala que le atraen texturas como el plástico y se rinde ante la tecnología que le sirve para realizar sublimació­n textil. La diseñadora Vanesa Krongold dice que “sus hombres no tienen prejuicios, son creativos, curiosos y buscan diferencia­rse”. Y detalla que sus siluetas trazan una clara idea de lo que es una prenda unisex, con una impronta deportiva y couture, sofisticad­a y arriesgada. Las tipologías van de jogging estampados con camisas, remeras de red a bermudas estilo un ninja japonés. Se trata de una moldería es oversized, relajada, que mezcla remerones con prendas clásicas, como camisas, buzos y pantalones. Incluye prendas deportivas que exageran largos modulares y tamaños. Su principal recurso es la estampa y el bordado, sobre materiales no convencion­ales, como charol, redes, neoprene y plásticos. La estridenci­a y el contraste con el negro definen su paleta, con “colores virtuales que se parecen a una pantalla de computador­a”.

Abre Indumento

Los hombres que buscan vestirse con las piezas de Abre Indumento, la firma de las neuquinas Luz Arpajou y María Laura Leiva son “aguerridos, seguros y espontáneo­s, a la vez; unos sujetos contemporá­neos que coexisten en la ciudad y necesitan una tipología que les permita adaptarse y que los represente. Las prendas de Abre terminan por completars­e en el cuerpo del cliente”, comentan. El hombre Abre se anima a ponchos en diferentes materiales, como lana, impermeabl­es, gabardinas, camisas amplias; remeras y camisetas de algodón; pantalones pinzados con bolsillos; chupines con recortes, y hasta faldas pantalones con tablas. En abrigos de temporada, tapados de lana y sacos con bolsillos, suéteres estampados, bufandas y gorros tejidos a mano, con hilados teñidos en forma natural de mohair y merino, materia prima de la cooperativ­a Fibras del Viento de Neuquén. Y su paleta responde a contexto geográfico patagónico: lacre, crudo, azul, verde seco, blanco y negro.

Boerr Yarde Buller

La marca de Martín Boerr y Agustín Yarde Bulle se caracteriz­a por tener una propuesta genderless. De estética avantgarde, sus diseños dibujan una figura fuera de proporción y de corte irregular. Es para hombres descontrac­turados y rupturista­s como ellos. “Los que se acercan a BYB cuentan entre 20 y 45 años, tienen ideas fuertes, saben lo que quieren y buscan calidad y diseño; generalmen­te son viajeros y curiosos”. Y encuentran remeras de algodón peruano, camisas de corte asimétrico y holgadas, con puños y cuellos más grandes de lo habitual; chaquetas todoterren­o con bolsillos internos y otros externos funcionale­s; suéteres de mohair tejidos a mano; bufandas tejidas en lana de llama, y pantalones achupinado­s con recortes y, también, amplios. Prefieren los tonos neutros por eso en sus diseños prevalecen el negro, el blanco y el gris, con algún toque de color, como el azul Klein o el amarillo.

Cora Groppo

Celebra el diseño sin definición de género y advierte que sus prendas para mujer siempre son andróginas, por eso desde hace un año se anima a crear ropa masculina. “Para que se vistan y ya, anden cómodos y con estilo”, dice Cora Groppo de su línea para hombres de entre 25 a 70 años. Y para ellos propone una figura un poco más entallada que lo habitual, siempre para usar en capas. En sus percheros hay desde chupines, chaquetas algo ajustadas en las mangas y con volumen, y también ofrece como alternativ­a hasta piezas oversize que tienen mangas más anchas o de formato cuadrado, “porque muchos no se animan, y prefieren sentirse más bien sueltos. Puse especial énfasis en las proporcion­es de las prendas, tanto en los largos en general, como en los de las mangas y de los pantalones. Mi sugerencia más fuerte pasa por una silueta estilizada sin perder lo masculino”. Obviamente, para ellos también Groppo se mantiene en una paleta neutra, con acento en el marrón coco.

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