Leyes de bla bla bla
“La insistencia de Randazzo en las PASO termina siendo un capricho” (De Francisco Durañona, intendente de San Antonio de Areco)
Hace no mucho tiempo, apenas ocho años, el kirchnerismo imponía en el Congreso un proyecto llamado pomposamente “ley de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral”, que dio lugar a la creación de las PASO. Néstor Kirchner acababa de sufrir una paliza electoral a manos de Francisco de Narváez, en la provincia de Buenos Aires. El kirchnerismo perdía así la mayoría en las dos cámaras del Congreso y quedaba relegado hasta en la propia Santa Cruz.
El término “transparencia electoral”, que prometía mucho, cimentó una ley que, con el tiempo, no sería acatada ni por sus propios impulsores. ¿Qué se pretendía con las PASO? Obligar a todos los partidos a resolver sus internas eligiendo candidatos a cargos públicos en primarias simultáneas, abiertas y obligatorias, al tiempo que disponía que fueran los ciudadanos quienes, con su voto, finalmente ungieran los nombres de esos postulantes con vistas a los comicios generales.
“Fue más bla bla bla que otra co- sa”, confiesa un ferviente kirchnerista, que admite que su gobierno nunca tuvo verdadera intención de democratizar nada y, menos, de crear equidad electoral.
Repelidas hoy por la propia Cristina, que busca bajar a Randazzo de las PASO bonaerenses, llevando a comicios una lista de unidad liderada por ella misma, según adelantan sus feligreses más cerriles, también son rehusadas por otras fuerzas.
“Si Randazzo no quiere formar parte de esa unidad, que se presente con su partido y compita en las generales. No hay ningún motivo que justifique una contienda interna. Me parece que Randazzo busca cuál va a ser el espacio que la unidad conforme para meterse ahí y competir en unas PASO”, dijo al programa radial A los botes el intendente kirchnerista de San Antonio de Areco, Francisco Durañona.
Apenas iniciado el gobierno de Macri, se presentó un paquete de varios proyectos de ley que disponían incorporar la Boleta Única Electrónica, eliminar la obligatoriedad de las PASO y desterrar las listas colectoras. No hubo acuerdo. El Senado clausuró el debate y el Gobierno se confió demasiado dando por hecho que todo el mundo interpretaba y quería ese cambio. “La democracia –dicen– es una planta que hay que regar día a día”. Nuestros “jardineros” hablan más de lo que siembran.