Temer dejó atrás una tormenta, pero ahora depende de la decisión de un socio político clave
El PSDB se reúne hoy para analizar si mantiene el apoyo al mandatario; si se retiran pueden apurar la caída del presidente
RÍO DE JANEIRO.– Con la tormenta en el Tribunal Superior Electoral (TSE) ya detrás, donde el presidente Michel Temer arriesgaba a perder el poder por financiamiento ilegal de la campaña de 2014 junto con Dilma Rousseff, ahora toda la atención en Brasil pasó a la reunión clave que hoy tendrá la cúpula del principal socio del gobierno, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). La supervivencia política del debilitado mandatario depende de que los socialdemócratas no decidan abandonar la alianza.
Sin el respaldo del PSDB, Temer quedará demasiado expuesto en el Congreso para evitar la próxima embestida judicial por el escándalo de sobornos del frigorífico JBS. El presidente ya es blanco de una investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) por intento de obstrucción de la justicia, corrupción pasiva y asociación ilícita, por presuntamente haber avalado el pago de coimas de los dueños de JBS, Joesley y Wesley Batista, a miembros del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Y se espera que en los próximos días el procurador general, Rodrigo Janot, denuncie formalmente a Temer.
Para que la denuncia penal avance y el presidente sea juzgado ante el Supremo Tribunal Federal (STF), se requerirá antes que la Cámara de Diputados acepte apartarlo del cargo. Es ahí donde los votos del PSDB se vuelven esenciales: es necesario el voto de dos tercios de la cámara, 342 de los 513 diputados. Temer precisa 171 votos para bloquear el pedido de la PGR; hoy los tiene, pero sin los socialdemócratas (46 bancas) su base se reduce a 150 diputados.
Los legisladores más jóvenes del PSDB (llamados “cabezas negras” por no tener canas) presionan por la ruptura con el gobierno. Creen que la imagen de su partido de cara a las elecciones de 2018 ya está demasiado contaminada por acompañar al PMDB en este gobierno surgido tras el impeachment a Rousseff, en el que hoy los socialdemócratas tienen cuatro ministerios (Secretaría de Gobierno, Relaciones Exteriores, Ciudades, y Derechos Humanos). Además, el escándalo de sobornos de JBS también manchó directamente al PSDB con la revelación de que el hasta hace poco presidente del partido, el senador Aécio Neves, fue grabado pidiendo coimas a los hermanos Batista.
Neves fue removido al frente del PSDB y el STF ordenó su apartamiento del Senado mientras se investiga su involucramiento en el caso, pero aún mantiene su cargo y los fueros privilegiados que vienen con él. Podría perder todo si el PMDB decidiera promover la anulación de su mandato en la Cámara alta. Por eso, Neves aboga para que el PSDB se quede en la coalición oficialista. Lo acompaña en su postura gran parte del sector más viejo del partido (los “cabezas blancas”), que sostiene que el PSDB no tendría suficiente fuerza para ganar las elecciones de 2018 sin una alianza con el PMDB.
De acuerdo con un sondeo realizado por el diario Folha de S. Paulo, de los 56 parlamentarios socialdemócratas (46 diputados y diez senadores), 19 quieren abandonar el gobierno; 19 se oponen; 11 están indecisos, y siete prefirieron no responder. Ante estas divisiones, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso comenzó a actuar detrás de escena para evitar una fractura durante la cumbre de hoy.
El Palacio del Planalto sabe que una salida del PSDB sería mortal para Temer y por eso también ejerce presiones y ha intensificado sus conversaciones para que los cuatro ministros socialdemócratas actualmente en el gabinete convenzan a la cúpula de las ventajas de no sacudir más el ya agitado barco gubernamental. Sobre todo cuando el presidente tiene un importante viaje a Rusia la próxima semana (los días 19 a 21 de junio). En vez de fortalecerlo, la visita a Moscú contribuiría a desgastarlo aún más si emprendiera el periplo recién “divorciado” de su principal aliado y encima con la inminente presentación de la denuncia de la PGR, situación inédita en la historia de Brasil.