Un fantasma que acosa a cuatro Cuatro equipos buscan escapar a la condena del último descenso
Aldosivi y Temperley no dependen de sí mismo; el Tiburón recibe a Olimpo, al que le basta un empate, al igual que a Huracán vs. Belgrano
Mario Sciacqua, director técnico de Olimpo, admitió recientemente que hace dos meses que no duerme bien. Tiene problemas para conciliar el sueño porque vive pensando que su equipo “no merece irse al descenso”. Su desvelo no es atípicco, sino que es una sensación que comparten todos aquellos que están involucrados en la urgencia de mantenerse en primera. Todos los que pasan por esa experiencia la describen como la situación más estresante que puede deparar el fútbol. Una mezcla de angustia y tensión que acompaña a los protagonistas más allá de los 90 minutos de un partido. Oprime el pecho y cierra la garganta. El descenso es algo más que una decepción, es el destierro de un lugar al que se pertenecía.
Como hay que empezar a adelgazar este paquidérmico torneo de 30 equipos, se dispusieron cuatro descensos para que el próximo campeonato reúna a 28 equipos. Ya hay tres clubes que tienen destino de la B Nacional. Algunos se la veían venir, tuvieron tiempo de ir preparándose para asimilar el golpe e ir cerrando heridas. Sarmiento y Atlético de Rafaela –más allá de que el club santafecino hizo una buena campaña, ubicándose en mitad de tabla– eran conscientes de que su permanencia dependía de un milagro que no ocurrió. Más estrepitosa e inesperada fue la caída de Quilmes, que perdió 14 de los últimos 19 partidos. A mediados del torneo tenía un colchón de puntos que reventó hasta estrellarse.
Llegada la última fecha, el fantasma de la B tiene preocupado a cuatro equipos. A uno de ellos lo terminará envolviendo en sus pesares. Aldosivi y Temperley son los más comprometidos; Olimpo tiene un poquito más de aire y Huracán es el más desahogado, aunque no puede descuidarse. En la columna que cierra esta página están las posibilidades de cada uno de acuerdo con los resultados que obtengan.
En una de las pocas decisiones atinadas de la AFA en cuanto a la programación, los encuentros de los equipos comprometidos se disputarán al mismo horario, a las 20.15. Para sumar un poco más de morbo al cuadro general, dos de los implicados, Aldosivi y Olimpo, se enfrentarán en Mar del Plata. Temperley visitará a Vélez en Liniers y Huracán recibirá a Belgrano en Parque de los Patricios.
Un repaso sobre cómo llega cada equipo a esta instancia decisiva.
Aldosivi, hasta no hace mucho, temió por un descenso anticipado, no se ilusionaba mucho con la posibilidad de hoy. Después de ocho derrotas consecutivas el fixture lo esperaba con una seguidilla demoledora: San Lorenzo, Independiente, Racing, Boca y River. Ya estaba en funciones el técnico Perazzo, que debutó con una caída ante Olimpo tras reemplazar Franco.
“Yo decía que si empataba con los cinco grandes estaba satisfecho. No se dio así, pero igual sacamos cinco puntos, que es una buena cantidad y nos permite llegar al último partido con vida. Estoy convencido de que Aldosivi mantendrá la categoría. El grupo está bien, mentalizado”, expresó Perazzo, que cambió el estilo directo que proponía Franco por uno más compacto. El entrenador vivirá una situación que hubiese preferido evitar, como intentar salvar a Aldosivi a expensas de poder perjudicar a Olimpo, al que dirigió y le tiene un especial cariño.
El entrenador no confirmó la presencia del arquero Vega, que viene de cometer una serie de equivocacione que costaron goles frente a Boca y River. Podría ingresar Campodónico.
Temperley, que hasta hace unos meses parecía condenado, registró una serie positiva que reanimó a toda la barriada del sur. Es cierto
que la última derrota de local ante Defensa y Justicia dolió mucho porque privó al equipo de asegurarse la permanencia. “Con este grupo pasamos por momentos peores y nunca se desmoronó”, fue el mensaje del entrenador Gustavo Álvarez, que trabajaba en el club y se constituyó en una revelación desde que a fines del torneo anterior sustituyó a Iván Delfino.
Temperley se hizo fuerte con el liderazgo defensivo de Aguirre, las proyecciones de Chimino, el juego de Di Lorenzo y los goles que trajo el uruguayo de origen armenio Guevgeozian. Enfrente hoy tendrá a un Vélez que no juega por nada en especial, cumplido hace un par de fechas el objetivo de no complicarse con los promedios.
Olimpo viene de remontar una desventaja de dos goles y alcanzar un empate contra Boca que representó una inyección anímica. “Sería un error terrible especular con el empate”, manifestó Sciacqua sobre el resultado que le asegura a los bahienses un año más en primera. Si opta por un planteo ambicioso, no tendrá una pieza esencial, Pizzini, que se rompió los ligamentos frente a Boca. “No tengo un reemplazo similar a Pizzini, tendremos que cambiar,” dijo Sciacqua. Hasta Perazzo elogió al ex Independiente: “Es la bandera de Olimpo en la ofensiva por su creatividad”.
En Huracán, el presidente Alejandro Nadur fue reelecto ayer para un tercer período con el 64 por ciento de los votos. Se impuso a otras tres listas. Eufórico, Nadur festejó anoche: “Este es otro campeonato para Huracán”. El Globo tiene hoy una misión más modesta y terrenal: conseguir al menos un empate para conjurar el riesgo de un partido desempate. “Es una final, tenemos el prestigio del club por delante”, expresó el técnico Azconzábal sobre este Huracán que, para bien o para mal, está habituado a las emociones fuertes.