Un 0-0 entre dos equipos que ya no tenían mucho por hacer
SANTA FE.– River cerró con un empate 0 a 0 frente a Colón la peor semana institucional de los últimos tiempos. Lo que sucedió con los doping de Lucas Martínez Quarta y Camilo Mayada, más la transferencia de Sebastián Driussi al fútbol ruso, minaron el rendimiento del conjunto dirigido por Marcelo Gallardo. Frente al sabalero, y con una formación sin varios titulares en cada una de la líneas, hizo lo que pudo.
Colón comenzó mejor, ordenado en el fondo y en el medio. El desempeño de Bernardi desequilibró y Leguizamón, acompañado por Silva, abrieron una defensa que se complicó en los envíos frontales. Cuando apareció el “Pity” Martínez, River cambió su cara. Fue solvente y en varios pasajes convirtió a Broun –se despidió anoche, tras jugar el partido 101 con el buzo de Colón se irá a Ludogorets (Bulgaria)– en figura del local. Pero todos fueron intentos intermitentes.
El fútbol cayó en el segundo tiempo y era evidente que sólo una falla podía abrir el marcador. Hubo errores, pero siempre apareció alguien para subsanarlo. River recuperó a Batalla y, en este momento, es algo para destacar. Ya había tenido atajadas de mérito contra Aldosivi. Sus errores anteriores, en partidos importantes, le quitaron el apoyo irrestricto que le daba Gallardo, que accedió a la contratación de Germán Lux para que compita por el puesto.
El resultado no dejó lugar para la polémica. Los dos intentaron pero sin ese rasgo distintivo final que sirve para marcar y ganar.
River terminó el torneo a siete puntos de Boca y con el billete asegurado para la Copa Libertadores 2018. Colón, de muy buena campaña desde la asunción de Eduardo Domínguez, con récord de triunfos consecutivos para la historia del club, se da más que satisfecho con la clasificación a la Copa Sudamericana. Por sexta vez participará en un torneo continental. El partido fue una excusa para dos equipos que ya daban por cerrado el campeonato.