Optimismo en el Gobierno por la división peronista en el inicio de la campaña elecciones. Fuentes de la Casa Rosada pronostican una cómoda ventaja sobre las listas de Cristina, Randazzo y Massa en la provincia de Buenos Aires; hay candidatos testimoniales
En la Casa Rosada creen que la división entre los sectores de Cristina, Randazzo y Massa mejorará las chances de Cambiemos
Aunque evitó caer en triunfalismos y no hubo declaraciones públicas, el Gobierno recibió ayer con indisimulado optimismo el resultado del cierre de las listas para las PASO del 13 de agosto.
Sin conflictos internos en el diseño de las candidaturas, fuentes de la Casa Rosada consideraban que la división de la oferta electoral del peronismo, cristalizada en la provincia de Buenos Aires en las listas encabezadas por Cristina Kirchner, Florencio Randazzo y Sergio Massa, favorecerá a los postulantes de Cambiemos. “Es un escenario que nos viene cómodo, similar al de las elecciones de 2015. La diferencia es que en lugar de Aníbal Fernández está Cristina Kirchner”, graficó, en diálogo con la nacion, un funcionario cercano al Presidente.
Pese a que todavía no hay sondeos confiables, en la Casa Rosada se animaban incluso a pronosticar una diferencia de siete puntos en favor de Esteban Bullrich sobre Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires.
En tanto, se conoció ayer que varios intendentes kirchneristas del conurbano, como Verónica Magario (La Matanza), serán candidatos testimoniales, al integrar listas de concejales en sus municipios por Unión Ciudadana.
Nadie quiso caer en el triunfalismo ni insinuar que la batalla que recién comienza está ganada antes de tiempo. Pero mientras decidían mantener un prudencial silencio, en el gobierno de Mauricio Macri calificaron ayer de “excelente noticia” el cierre de listas de la madrugada del domingo, que dejó como escenario a tres corrientes del peronismo disputándose los votos opositores, entre ellas la que liderará la ex presidenta Cristina Kirchner.
“Es un escenario que nos viene cómodo, similar al de las elecciones 2015. La diferencia es que en lugar de Aníbal Fernández está Cristina Kirchner”, afirmó a la nacion un alto funcionario con despacho en la Casa Rosada. Sin declaraciones públicas durante la jornada, en la mesa chica del Gobierno creen factible un triunfo de la fórmula que encabezan Esteban Bullrich y Gladys González en la provincia de Buenos Aires, por Cambiemos, y ubican a la ex presidenta en torno a los “treinta puntos” según las últimas encuestas.
“Nosotros podemos llegar a 36, 37 puntos, y ganar la provincia. Pero depende de hacer o no las cosas bien”, agregaron en el comité de campaña. Para evitar críticas por mezclar gestión con política, ni la gobernadora María Eugenia Vidal ni los candidatos a senadores y diputadas de todo el país comenzarán las recorridas antes del 14 del mes próximo, fecha del inicio formal de la campaña para las elecciones primarias del 13 de agosto, según lo prevé la legislación.
El panorama optimista de la pelea bonaerense se completa con el conglomerado encabezado por Sergio Massa (1 País) y la presencia en el tablero electoral de Florencio Randazzo (Cumplir). “Massa está estancado en los veinte puntos, le va a costar superar ese techo. Y por suerte juega Randazzo”, se sinceró otro funcionario, que especula con el “7u 8% ” que Randazzo puede quitarle a Cristina en las PASO.
La presencia de economistas en las listas de Cristina y Massa no es, al menos en las declaraciones en reserva, motivo de alarma. “La economía, sacando a sectores que la están pasando mal, no va a ser un eje central de campaña”, afirmaron cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, responsable de la campaña nacional de Cambiemos y de las decisiones trascendentes en la confección de las nóminas de candidatos.
El Gobierno pretende instalar la dicotomía “pasado vs. futuro” en la campaña, pensando en Cristina como su principal oponente. Habrá un gran despliegue de obra pública, sobre todo en el conurbano, para mostrar mejoras concretas, y Vidal tendrá una actividad casi constante. “Va a ser Cristina contra María Eugenia”, vislumbran.
Con respecto a la presencia de la ex presidenta, en la Casa Rosada creen que aun teniendo una gran resultado en las elecciones no será ungida candidata presidencial en 2019. “Les va a costar reorganizarse, y no creemos que todos acepten el látigo de Cristina otra vez”, detallaba el joven y entusiasmado funcionario.
Con relación al panorama en el resto del país, los funcionarios tam-
bién fueron optimistas. “En la Capital con [Elisa] Carrió nos va a ir muy bien; en Córdoba y Mendoza, también. Vamos a tener un promedio de 35 puntos a nivel nacional”, especuló otro importante funcionario.
El Gobierno aspira a ganar en distritos manejados por Cambiemos –además de la Capital y la provincia, en Corrientes, Mendoza y Jujuy– y hacer buenas elecciones en Santa Cruz, San Luis y La Rioja, donde hay chances de derrotar al PJ.
Sin referencias a la contienda electoral, el Presidente compartió anteanoche una comida con sindicalistas por los 130 años del gremio La Fraternidad. “Llevamos un año y medio y vamos muy bien”, dijo Macri, en una misma mesa con Hugo Moyano, Juan Carlos Schmid, Rodofo Daer y Omar Maturano.
El miércoles y el jueves, la sede partidaria de Balcarce al 400 se llenará de postulantes de todo el país que llegarán para las fotos y los spots de rigor. El viernes, en tanto, se desarrollará el “retiro espiritual” de los candidatos, cuya sede original era Vicente López, pero que hasta ayer estaba siendo redefinida, Ese mismo día, los primeros postulantes de cada lista serán recibidos por el Presidente en Olivos.
Esta semana comenzará la despedida de los funcionarios que serán candidatos, que de todos modos se mantendrían en sus puestos hasta el día de largada de la campaña electoral.