Arrancó la campaña con un fuerte debate sobre la corrupción kirchnerista
La candidata Fernanda Vallejos defendió enérgicamente a Boudou y dijo que las denuncias son “un invento de los medios”; Randazzo aprovechó para marcar diferencias
La economista Fernanda Vallejos, a quien Cristina Kirchner eligió como su principal candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, lanzó la primera piedra. Así, metió de lleno en la campaña electoral el debate sobre la corrupción en el gobierno de su jefa política.
“Las denuncias de corrupción son un invento de los medios; la transparencia estaba en el gobierno anterior”, disparó la dirigente kirchnerista, que defendió al ex vicepresidente Amado Boudou, procesado en varias causas judiciales. Dijo que enfrenta “un proceso de persecución judicial y mediática”.
Las reacciones no se hicieron esperar en el primer día hábil tras la presentación de las listas para las PASO. “Ésta es una de las cosas que nos diferencian del espacio que conduce Cristina”, fustigó Florencio Randazzo, que peleará desde el PJ por una banca en el Senado. Se sumó también Sergio Massa, al señalar que “está claro que Cristina necesita los fueros y por eso decide ser candidata”.
El Gobierno, en tanto, se sumó al debate con ironías. “¿Así que no hubo corrupción? Seguro que tampoco existían los pobres”, dijo a
el asesor presidencial José la nacion
Fernanda Vallejos unidad ciudadana “Las denuncias de corrupción en el gobierno anterior son un invento de los medios. Boudou enfrenta un proceso de persecución judicial y mediática”
Definidos ya los competidores, arrancó la campaña con la mira en las elecciones legislativas. La corrupción es uno de los temas de mayor controversia y, sugestivamente, la primera piedra fue lanzada ayer por el kirchnerismo, cuando varios de sus ex funcionarios acumulan hoy denuncias y procesamientos judiciales.
“La transparencia estaba en el gobierno anterior, la corrupción es un invento de los medios”, sorprendió la economista Fernanda Vallejos, primera candidata a diputada nacional por Unidad Ciudadana en la provincia de Buenos Aires, la fuerza que lidera Cristina Kirchner.
Pero la joven dirigente ultrakirchnerista no se quedó allí: en declaraciones a Radio con Vos y FM Blue enfatizó que el ex vicepresidente Amado Boudou enfrenta un “proceso de persecución” judicial y mediático y que “nunca le van a perdonar” la estatización de las AFJP, así como “nunca le perdonaron a Hipólito Yrigoyen, Juan Perón, Evita, Néstor y Cristina Kirchner” sus políticas sociales.
“El poder económico, judicial y mediático que sostiene a este gobierno no para de intentar ensuciar al gabinete saliente y no pudo encontrar nada. La corrupción es lo que vivimos hoy, la corrupción estructural que atraviesa a todos los gobiernos liberales”, remató.
De inmediato, dirigentes del peronismo –enfrentados con Cristina– retrucaron a Vallejos, que fue funcionaria del Ministerio de Economía en la gestión kirchnerista.
“Ésta es una de las cosas que nos diferencian del espacio que conduce Cristina”, escribió Florencio Randazzo en su cuenta de Twitter. El ex ministro del Interior rechazó hasta último momento someterse al liderazgo de Cristina Kirchner e integrar su lista de candidatos; por el contrario, decidió enfrentarla en Buenos Aires como candidato a senador por el PJ. La arremetida de Vallejos, ayer, le dio el pie justo para marcar nuevamente sus diferencias.
Para Sergio Massa, en tanto, no hay segundas lecturas. “Está claro que Cristina necesita los fueros y por eso decide ser candidata. Está claro también que el Gobierno necesita a Cristina de candidata porque le permite discutir el pasado y no el presente”, sostuvo el líder de 1 País, rival de Randazzo y de Cristina Kirchner por una banca en el Senado.
Massa procura romper la polarización electoral que el kirchnerismo y Cambiemos pretenden imponer de aquí a las elecciones de octubre. Con su alianza con Margarita Stolbizer (GEN), activa promotora de denuncias contra el kirchnerismo, Massa pretende mostrar un perfil de lucha firme contra la corrupción.
En el oficialismo, en tanto, celebran la controversia que desató Vallejos: todo lo que permita polarizar las elecciones entre el kirchnerismo y el Gobierno resulta bienvenido. A falta de poder exhibir mejoras sustantivas en la economía, admiten que se sienten cómodos con que la discusión pase por la corrupción kirchnerista. Se trata del eje discursivo más fuerte que exhibirán los candidatos del oficialismo en campaña, empezando por Elisa Carrió y Graciela Ocaña, que encabezan sus listas de candidatos a diputados en la Capital y Buenos Aires.
“Es curioso que Vallejos diga que Boudou es un perseguido judicial, cuando el primer procesamiento que tuvo el ex vicepresidente ocurrió en junio de 2014, en plena gestión de Cristina Kirchner”, retrucó Juan Manuel López, abogado de Elisa Carrió en sus denuncias sobre la corrupción kirchnerista. López integra, junto a la líder de la Coalición Cívica, la nómina de candidatos a diputados nacionales.
En efecto, aquella vez Boudou fue procesado por el juez federal Ariel Lijo por la venta de la imprenta Ciccone, acusado de cohecho y negocios incompatibles con la función pública. Hoy afronta cinco procesamientos por supuestos delitos de corrupción y enfrenta un juicio oral por irregularidades en la transferencia de un auto.
Se entiende la férrea defensa de Vallejos a Boudou: la ahora primera candidata a diputada nacional integró la agrupación La Gran Makro, uno grupo de economistas convocados por Boudou cuando se desempeñaba como ministro de Economía de Cristina Kirchner.
Poco después, ya como vicepresidente y titular del Senado, Boudou nombró a Vallejos en 2013 como asesora de la ex senadora kirchnerista María de los Ángeles Higonet. Vallejos permaneció en el cargo hasta diciembre de 2015, cuando el ex vicepresidente finalizó su mandato, confirmaron a la nacion fuentes oficiales.
Lo cierto es que, a juicio del oficialismo, la corrupción en la pasada gestión será el talón de Aquiles de Cristina Kirchner en la campaña, y procurarán sacarle provecho. De hecho, el bloque de Cambiemos convocó para mañana a una sesión especial en la Cámara de Diputados para debatir la ley que penaliza a las empresas por delitos de corrupción. “Quien no baje a debatir será emparentado con la impunidad”, alegan los oficialistas.