Triunfo parcial de Trump
Permitió la aplicación limitada del decreto que prohíbe el ingreso de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana; el tribunal analizará su constitucionalidad en octubre
La Corte permitirá una aplicación acotada de su decreto migratorio.
WASHINGTON.– La Corte Suprema de Estados Unidos le dio un triunfo parcial al presidente Donald Trump al permitir una aplicación acotada del decreto migratorio que impuso una veda de 90 días al ingreso de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana y suspendió el otorgamiento de asilo político a refugiados.
Aunque el máximo tribunal permitió la supervivencia del controvertido decreto, conocido como “prohibición musulmana”, fijó una excepción: la veda no podrá tocar a las personas “con una afirmación creíble de una relación de buena fe con una persona o entidad en los Estados Unidos”, que podrán ingresar al país.
Los ciudadanos de Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia –los seis países de mayoría musulmana contemplados en el decreto– que quieran visitar o vivir con un familiar, trabajar o estudiar en algunas de las universidades norteamericanas podrán ingresar al país, según una orden de la Corte.
El tribunal aún debe decidir si el decreto es constitucional o no. La Corte citó a una audiencia en octubre, en la que escuchará los argumentos del gobierno federal y de los abogados de las organizaciones civiles y los gobiernos estatales que llevaron el decreto de Trump a la justicia. Luego, emitirá el fallo final.
“La decisión unánime de la Corte Suprema es una clara victoria para nuestra seguridad nacional”, celebró Trump en un comunicado difundido por la Casa Blanca. “Como presidente, no puedo permitir que ingrese gente en nuestro país que nos quiere hacer daño. Quiero gente que puede amar a Estados Unidos y a todos sus ciudadanos, y a quienes sean trabajadores y productivos”, agregó Trump.
La orden de la Corte retocó las medidas cautelares creadas y confirmadas por jueces de primera instancia y tribunales de apelación, que habían bloqueado la medida.
La orden no lleva firma. Seis jueces, los cuatro magistrados progresistas, más el presidente de la Corte, John Roberts, y el juez Anthony Kennedy, famoso por dirimir las divisiones entre el ala conservadora y la progresista, votaron por levantar de manera parcial las medidas cautelares. Los tres jueces más conservadores, Neil Gorsuch, designado este año por Trump, Clarence Thomas y Samuel Alito abogaron por una aplicación sin restricciones del decreto.
Abogados y especialistas en derecho migratorio se preparaban para contener el alcance de la decisión de la Corte, y afirmaban que sólo había quedado en pie una versión muy acotada del decreto. Pero el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que la decisión de la Corte permite “implementar en gran medida” el veto migratorio, aunque no dio detalles sobre cómo se aplicará. Sólo indicó que se hará “profesionalmente, con suficiente y clara notificación pública”.
La aplicación del decreto presidencial recaerá en los agentes consulares del Departamento de Estado y en los agentes de seguridad fronterizos de la Agencia de Protección Fronteriza y Aduanas.
Nihad Awad, director Ejecutivo del Consejo para las Relaciones Islámico-Americanas (CAIR, según sus siglas en inglés), dijo en un comunicado que la decisión del tribunal “ha abierto la puerta al caos legal y a las extralimitaciones en embajadas y en la frontera”.
“La decisión ignora la intolerancia contra los musulmanes que se encuentra en el corazón del decreto y va, inevitablemente, a envalentonar a los islamófobos en el gobierno”, afirmó Awad. “También ignora el rechazo casi unánime de la prohibición musulmana por los tribunales inferiores debido a su intolerancia religiosa y la animosidad racial”, agregó.
Una de las dudas centrales era cómo el fallo de la Corte afectará a los refugiados, que no suelen tener familiares en Estados Unidos o un trabajo. Pero los refugiados sí suelen tener vínculos con organizaciones civiles del país que los asisten en el largo y complejo proceso que deben atravesar para recibir asilo político.
“Estamos buscando a nuestros clientes para reasegurarles que estar en el proceso sigue siendo importante. A la gente en proceso de reasentamiento no se le debe negar la entrada en los Estados Unidos bajo el fallo de la Corte”, dijo Melanie Nezer, vicepresidenta de HIAS, una de las nueve agencias dedicadas a reubicar refugiados en Estados Unidos.