Las firmas en la Argentina, con medidas preventivas ante el virus
Basado en una variante del virus Petya, identificado en marzo del año pasado, el impacto del ataque informático bajo ransomware golpeó ayer fuerte en Europa y de forma veloz se propagó en el resto del mundo.
“Los sistemas informáticos de varias de las compañías de WPP han sido afectados por un ciberataque”, informó la agencia de marketing y publicidad vía Twitter. La magnitud del ataque informático fue tal que alcanzó varios equipos de Wunderman, su filial argentina. Como primera medida preventiva, la oficina de Buenos Aires siguió las recomendaciones de la casa matriz y no se encendieron las computadoras durante la mañana de ayer.
“Mantener los equipos apagados es una medida que impacta de lleno en la productividad de una compañía, pero en primera instancia sirve para lograr contener la propagación del virus en una red corporativa”, dijo Camilo Gutiérrez, jefe del laboratorio ESET Latinoamérica. Después de Ucrania y el resto de los países europeos donde más fuerte golpeó el virus, la Argentina fue una de las siete naciones donde se detectó la presencia de Petya.
El ataque tuvo un alcance global gracias a la presencia en todo el mundo de los sistemas informáticos de las grandes corporaciones, uno de los objetivos que tuvo la versión original de Petya. Basta con que un usuario acceda a un enlace malicioso presente en un mensaje de correo electrónico para que el ataque aproveche las vulnerabilidades de los sistemas operativos de las computadoras en red, de una forma similar al ransomware WannaCry.
“En esta ocasión hemos recibido menos reportes, en parte porque las compañías implementaron varias de las medidas correctivas luego de WannaCry”, señaló Gutiérrez.
“Este incidente afectó industrias que no había alcanzado el ataque informático WannaCry en su momento. Detectamos nuevos patrones de comportamiento que están bajo análisis”, dijo Federico Tandeter, líder de Ciberseguridad de Accenture Hispanic South America, sobre los casos en la Argentina y la región. “De un lado tuvimos una recepción positiva ante los reportes de seguridad, porque las empresas están más sensibles tras la experiencia de WannaCry, mientras que otras, menos preparadas, entraron en un pánico innecesario”, añadió.