Protesta y cortes de calles para reclamar un mínimo de $ 14.000
Organizaciones sociales marcharon a Trabajo; piqueteros pidieron participar de la discusión
Mientras en el Ministerio de Trabajo la mesa tripartita conformada por empresarios, el Gobierno y las centrales sindicales discutía la actualización del salario mínimo, en la calle el ruido de los bombos y las trompetas, por momentos, ensordecía. Un telón blanco desplegado por los manifestantes en la puerta de Alem 650, sede de la cartera laboral, resumía el reclamo: llevar el salario mínimo a $ 14.090, el valor de una canasta básica según el Indec.
En guardia ante la posibilidad de que el aumento quedara acotado a un 20%, distintas organizaciones sociales, políticas y gremiales marcharon a Trabajo para exigir una suba abultada del salario básico.
Durante el mediodía fue imposible desplazarse por la avenida Alem, cortada al tránsito por la masividad de la concentración. Los movimientos sociales de San Cayetano, la CTA y la izquierda trotskista se agolparon frente a las puertas de Trabajo.
La fuerza de la protesta estuvo guiada por el despliegue del triunvirato piquetero que conforman la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la CCC, quienes aportaron las columnas más nutridas. Cerca del mediodía marcharon desde el Obelisco hasta Trabajo.
Además de económicos, los motivos de su presencia fueron en buena medida políticos. La CTEP que lidera Emilio Pérsico había pedido semanas atrás tener un asiento formal en el Consejo del Salario.
Este año, por primera vez, el porcentaje de suba del sueldo básico incidirá de manera directa en los montos de los planes sociales. El programa de asistencia del salario social complementario, que se desprende de la ley de emergencia social, está vinculado al monto del salario mínimo (es la mitad). Sin embargo, Triaca excluyó a los movimientos sociales del órgano de discusión.
“Ya no estamos discutiendo planes ni bolsones de comida, estamos discutiendo el salario de los trabajadores de la economía popular. Vamos a salir a la calle hasta que nos dejen discutir un ingreso digno para nuestro sector porque es nuestro derecho”, aseguró Esteban Castro, referente de la CTEP en un escenario improvisado, a metros de Trabajo. Lo escuchaban miles de personas.
Todavía a la expectativa de que se alcanzara un acuerdo, que finalmente no llegó y la suba se definió por decreto (ver aparte), en los movimientos sociales había un fuerte malestar por su exclusión.
Según supo la nacion, desde Trabajo justificaron que no había “quórum” entre los jefes sindicales para sumar a los piqueteros a la discusión. Apuntaban a Hugo Yasky, jefe de una de las CTA, como responsable del supuesto veto.
Cortes
Los más optimistas entre las organizaciones cercanas al papa Francisco esperan cerrar un acuerdo de entre 27 y 28%, que lleve el salario social complementario a $ 5400. “Más que eso no nos van a dar, pero vamos a tener que forzar ese número”, dijo a la nacion uno de los jefes piqueteros. La semana que viene harían una jornada de cortes de rutas en distintos puntos del país.
Otros dos sectores confluyeron frente a la cartera que conduce Triaca. Por un lado, el Frente de Organizaciones en Lucha, MTE Aníbal Verón y otras organizaciones habían montado anteayer un acampe, en la víspera de la discusión. Luego de un acto por la tarde, levantaron la protesta.
También se movilizaron, en otra columna, miles de militantes del Polo Obrero, el brazo piquetero del Partido Obrero.
“Miles de trabajadores nos movilizamos para reclamar por un salario que supere la enorme pobreza, que no sólo destroza a las familias obreras, sino que tiene paralizada la economía. Con salarios de 8000 pesos no hay salida ni para los trabajadores ni para el país”, dijo Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, en otro de los actos improvisados.