LA NACION

Otra historia

Regresó tras 10 años a la entidad que lo formó y lo hizo debutar en primera; sigue soñando con ganar la Libertador­es; “Batalla me dijo que quería aprender de mí”, contó

- Texto Juan Patricio Balbi Vignolo para la nacion / Fotos Diego Haliasz prensa river

Lux volvió a River tras 10 años en Europa y se ilusiona con una cuenta pendiente: ganar la Libertador­es

Lafelicida­ddeGermánL­uxesinocul­table. Por estas horas, vive como un niño con juguete nuevo y atraviesa cada instante como si fuera el último. Despliega una sonrisa enorme, como la que tiene desde que volvió al Monumental para firmar su contrato hasta junio de 2020 y concretar así su ansiado regreso al club que lo vio nacer. “Después de diez años, volver a River es un sueño cumplido. Acá me formaron y me dieron la posibilida­d de jugar en Europa. Años atrás existió alguna chance, pero no se concretó porque me quedaba contrato en La Coruña y pude jugar y renovar. Ahora estaba de vacaciones, me llamó Marcelo (Gallardo), justo terminaba mi vínculo y sentí que era un gran momento. El fútbol es eso: momentos. Estoy muy contento de arrancar una nueva etapa”, cuenta Lux, quien partió de Núñez en 2007.

Un año antes, en 2006, se había producido el suicidio de su hermano Sebastián, y José Pekerman lo desafectó de la lista para el Mundial de Alemania. Daniel Passarella le sacó la titularida­d en River, para luego no tenerlo en cuenta. Pero aquel joven de 25 años, que debutó en 2002, ganó los Torneos Clausura 2002, 2003 y 2004 y además logró el oro en los Juegos Olímpicos Atenas 2004, salió adelante y moldeó su carrera en España.

Jugó en Mallorca (2007-2011) y Deportivo La Coruña (2011-2017) y armó una familia: se casó con Natalia Forchino, con quien tuvo a sus hijos, Tomás y Francisco. Pero un día eligió dejar atrás las comodidade­s para volver al lugar donde fue feliz. “La mayoría de la gente del club es la misma. Conozco al cuerpo médico, con Gallardo fui compañero, los que trabajan en la concentrac­ión, en la seguridad… eso es lindo porque uno vuelve a casa y se encuentra con las mismas personas”, cuenta Poroto en el inicio de la charla con la nacion. –¿Sentís que arriesgás mucho al volver? –No, para nada. Uno cuando toma una decisión, arriesga. Pero me llamó Gallardo y no dudé. Cuando hace diez años que estás afuera y tenés armada una estructura, pensás más en tu familia, porque a nivel deportivo e institucio­nal, no hay dudas. –¿Qué le cambia Europa a la cabeza del jugador? –Uno se acostumbra, mejora y crece. España tiene una liga linda y competitiv­a. Y además el nivel de vida es bueno, se vive con tranquilid­ad. A la hora de decidir, se valora y se pone todo en la balanza. Pero estoy muy ilusionado y contento de poder estar en River en esta nueva etapa. –Se te notó muy emocionado en la presentaci­ón de los refuerzos. ¿Qué tan fuerte es regresar? –Yo me atrevo a decir que River es el equipo más grande del mundo porque así lo siento. Ante eso, cuesta irse. Me pone feliz volver al país porque acá está mi sangre. Están mis viejos, mi mujer tiene a los suyos, y eso tira. Estar cerca es una contención. También me llena de satisfacci­ón y de orgullo el cariño de la gente. No me sorprende porque siempre me lo hicieron sentir. No soy ídolo, pero salí del club y me formé acá. Es lindo que te quieran. –¿Cómo definirías al Lux que se fue y al que vuelve? –Ahora soy una persona que creció y aprendió mucho. Debuté a los 20 años, me fui a los 25 cuando era joven, soltero, y ahora tengo 35 y una familia… eso también te hace madurar muchísimo. Te transformá­s en una persona más responsabl­e porque pensás en lo que tenés atrás. –¿Y cómo está River a nivel club comparado con aquél? –Me fui con un club y me encuentro con otro. Las condicione­s e infraestru­ctura tienen nivel europeo. Afuera no todos tienen estas posibilida­des, al menos en el fútbol español. Es una gran comodidad para hacer lo que nos gusta y hay que valorarlo. Los más jóvenes tienen que darse cuenta de dónde están para que River los haga crecer y el día de mañana poder irse a Europa, que es el sueño de todos. Pero antes esto no estaba acá, por eso quiero inculcarle­s que aprovechen, porque afuera tampoco es todo lo que se dice en ese sentido. –En 2006 no te fuiste de la mejor manera de River. ¿Es una revancha personal? –No me fui como me hubiese gustado irme, pero forma parte del pasado. Me enfoco en el presente y tengo un desafío importante y voy a tomarlo así. Tampoco es una presión, sino una responsabi­lidad. River como institució­n ha crecido mucho y le doy las gracias a los dirigentes y al cuerpo técnico por confiar en mí. Pese a no estar concentrad­o, Lux –al igual que Enzo Pérez– viajó con el equipo a Paraguay para estar cerca, practicar juntoalent­renadordea­rquerosTat­oMontesyco­nocermás asuscompañ­eros.Riverganó2-0,dioungranp­asoenlaida de los octavos de final, y el plantel entró en vacaciones hasta eldomingo1­6dejulio.Peroelarqu­eronacidoe­nCarcarañá, SantaFe,nodescansa:anteayerse­entrenóene­lMonumenta­l con Pérez, bajo las órdenes del PF Pablo Dolce y ante la mirada de Gallardo, y ayer también se lo vio en el club.

“Cuando llegué no estaba para jugar. Desde que me incorporé elaboramos un plan para llegar a la pretempora­da en Estados Unidos. Somos cuatro arqueros que peleamos por un lugar, pero con una gran relación. Yo quiero aprender de Tato y de ellos, así como también aportarles lo que he aprendido en estos años. Somos un grupo fantástico, todos se entrenan al máximo y la calidad humana es espectacul­ar”, cuenta Lux, y comenta su charla con Augusto Batalla, de gran tarea en sus últimos juegos, pero cuestionad­o por sus errores en su primer año como titular.

“Se me acercó y me dijo que cuando vea algo para decirle, se lo diga. Que estamos para aprender y él quería aprender de mí. Mi respuesta fue igual: acá estamos todos en la misma situación. Él es joven y yo a su edad también estaba empezando. Tiene que ir paso a paso, etapa por etapa, sin desesperar­se. El puesto es difícil e ingrato. Pero hay que tener personalid­ad y sobreponer­se a los errores, que los vas a tener a los 20, a los 25, a los 30 y a los 35… es parte del fútbol”, cuenta Poroto.

Lux jugó desde 2007 hasta el último semestre en el fútbol español. Primero lo hizo en Mallorca y luego en Deportivo La Coruña. Pese a eso, desde la temporada 2013/2014, en la que logró el ascenso a Primera con Deportivo, empezó su época de mayor continuida­d. Aquel torneo atajó 37 partidos, recibió 28 goles en contra y mantuvo la valla invicta en 19 juegos. Luego, en la 2014/2015 sólo jugó siete encuentros –recibió 19 goles, ocho de ellos en una goleada 2-8 frente a Real Madrid–, ya que luego el español Fabri fue el arquero titular.

En las últimas dos, Lux tuvo volvió al once inicial del equipo gallego: en la campaña 2015/2016, Deportivo finalizó 15° y el argentino disputó 29 partidos, con 37 goles en contra y siete vallas invictas. Mientras que en la 2016/2017, con su equipo en el puesto 16, atajó 25 juegos, recibió 41 tantos en contra –15 de ellos frente a Real Madrid, Barcelona y Sevilla– y en seis ocasiones no le marcaron. Vuelve con una ilusión y no la oculta... –En las últimas dos Copa Libertador­es que jugaste con River, el equipo perdió en las semifinale­s. ¿Es tu gran cuenta pendiente en el club? –Sí, siempre me acuerdo de la semifinal con Boca… (NdR: en 2004, definida por penales en el Monumental, con victorias xeneize). Cosas que han pasado. River gracias a Dios ya pudo volver a ganarla y no hace mucho. Ahora estamos muy metidos en otra, con mucha ilusión. Iremos partido a partido.

 ?? Diego Haliasz / Prensa river ?? Con 35 años y una década en España, Lux afirma que River es un “club de nivel europeo” y contó que Batalla, hoy arquero titular, le dijo que quería aprender de él
Diego Haliasz / Prensa river Con 35 años y una década en España, Lux afirma que River es un “club de nivel europeo” y contó que Batalla, hoy arquero titular, le dijo que quería aprender de él
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