Los desafíos que plantean las ciudades inteligentes
En la era de hiperconectividad, en la que la distancia pareciera crear menores barreras para la interacción humana, la tendencia cada vez más marcada es la de conformar megaciudades en las que se desarrollen todas las actividades humanas. Planificadores urbanos y gobiernos enfrentan en este contexto dificultades únicas a fin de mantener un sistema social, económico y medioambiental sostenible. Es así que arribamos al concepto de “ciudades inteligentes” en el que la fluidez de la comunicación, la responsabilidad en el uso de los recursos naturales, la utilización compartida de servicios y la incorporación de nuevas Tecnologías de la Información (TICs), juegan un papel clave. Es este último punto el que nos pone al alcance muchas de las herramientas para el diseño y monitoreo de las políticas públicas. Y que, además, brinda las plataformas de colaboración y participación indispensables para la integración de todos los actores entre sí y con la infraestructura que compone a la ciudad. En este contexto, el hormigón y el acero se complementan con los Bytes, el software y redes. Si los primeros conforman la infraestructura en el concepto más tradicional del desarrollo urbano, los segundos son los que rompen con el paradigma, al facilitar comportamientos, brindar información y formas de uso modernas. En el concepto de “ciudad inteligente” el acceso a la información es crucial y por este motivo se incorporan conceptos tales como “Big-data” y “Gobierno Abierto”. Ya la información no es propiedad de los gobiernos o de las agencias que lo componen, sino que es compartida entre todos los actores sociales Así, se hace disponible tanto para una correcta diagramación de las políticas públicas, como para su evaluación y uso más eficiente.•