Riesgo de explosión
Además precisó que se inauguró cuando no estaba en condiciones, lo que generó desperfectos
Una auditoría realizada por la Sigen determinó que la mina de Río Turbio corría riesgo de explosión. También remarcó que su inauguración, anticipada por motivos políticos, generó graves desperfectos en el funcionamiento de la planta.
Después del accidente de Once, que provocó la muerte de 51 personas, es probable que la mina de Río Turbio forme parte de una de las páginas más oscuras de la gestión del ex ministro de Planificación Julio De Vido. Pese a que el juez Luis Rodríguez no cumplió con el pedido del fiscal Carlos Stornelli para quitarle los fueros y ordenar su detención, las evidencias en contra de su administración continúan acumulándose y llegan a límites llamativos.
Un ejemplo: la mina a la que la administración anterior destinó miles de millones en subsidios, constituía una amenaza letal para los trabajadores, entre otras cosas, por los riesgos de explosión.
Así lo sostiene un documento oficial al que accedió la nacion. Desliza que el estado de abandono general de Río Turbio, que se corroboró tras la llegada de Mauricio Macri al poder, ocasionaba problemas de ventilación al interior de la mina.
Eso se debía a que secciones de galería de 18 metros cuadrados se habían achicado hasta aproximadamente 6 metros cuadrados debido al hinchamiento del paredes, techos y pisos. Su resultado era extremadamente peligroso: la falta de espacio provoca una aceleración de la velocidad del aire al interior del complejo y pone en suspensión partículas de carbón. Ese insumo es altamente inflamable, algo que combinado a los gases propios de esa clase de emprendimientos crearon un ambiente con alta probabilidad de explosiones y riego de vida.
Esa conclusión surge de un informe elaborado por la Sigen con fecha del 28 de marzo pasado. Y remite al accidente que ocurrió en 2004, cuando 14 obreros perdieron la vida en la mina, donde no se cumplían las medidas de seguridad, debido a un derrumbe que fue seguido de un incendio.
Pese a que se conocen diversas irregularidades en torno del proyecto, en especial en temas que tienen que ver con los $ 26.000 millones que recibió del Estado, las inconsistencias se siguen sumando.
Además del riesgo de explosión, una investigación de la Sigen sugiere que la central térmica Río Turbio, ubicada en el entorno de la mina, se inauguró antes de tiempo debido a las necesidades políticas de Cristina Kirchner.
El 4 de septiembre de 2015, Cristina Kirchner inauguró el complejo y sostuvo que su presencia en el lugar implicaba honrar la historia. Es importante atender al calendario, en varios sentidos.
La primera vuelta electoral sería al mes siguiente, y por aquellos días la jefa de Estado intentaba apuntalar con anuncios de inversión a la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini, que apadrinaba.
Es también importante considerar los días desde el punto de vista operativo. La central de Río Turbio funcionó parcialmente y a media potencia desde el mismo 4 de septiembre hasta el 7 de septiembre. Luego debió parar porque se registró la fuga en una caldera.
Pero el apuro oficial ocasionó un daño importante en uno de los módulos de generación de 120 MW. Los informes técnicos sostienen que no se habían hecho las pruebas necesarias. En otros términos: por cortar las cintas en el marco de la carrera electoral, se dañó una iniciativa que le costará al Estado más de US$ 1600 millones.
Los desaguisados más evidentes son económicos. Al momento de la evaluación por parte de la Sigen, el valor de una central similar a nivel mundial rondaba los dos millones de dólares por MW. Hasta principios del año pasado, con la central sin terminar y sin puesta a punto, le había costado al Estado unos US$ 8 millones por MW, es decir, el cuádruple.
El martes pasado, Stornelli pidió la indagatoria y detención de 23 personas, encabezadas por De Vido, su segundo Roberto Baratta, el ex secretario de Minería Jorge Mayoral. También de directivos de YCRT por supuesta malversación de casi $ 265 millones que debían destinarse a la reactivación de la mina de carbón.
Baratta, el hombre de mayor confianza de De Vido en su paso por Planificación, presentó el viernes pasado una exención de prisión para que el juez Rodríguez le adelante que no prevé detenerlo. Lo mismo hizo el intendente de Río Turbio, Atanasio Pérez Osuna, que fue interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio.