¿Una campaña sucia?
Analistas estiman que se agudizarán maniobras como la filtración del video de Espinoza; sin embargo, la mayoría minimiza el efecto electoral
Para los analistas, habrá nuevas filtraciones de videos; minimizan su impacto.
La filtración de imágenes íntimas de Fernando Espinoza, presidente del PJ bonaerense y precandidato a diputado nacional por Unión Ciudadana, encendió las alarmas en las distintas mesas de campaña. Sin medias tintas, el dirigente kirchnerista denunció que se trató de una “campaña sucia” en su contra y, en su entorno, se apuntó como responsables a seguidores de Cambiemos.
Para los analistas consultados por la nacion, el episodio se trató apenas del comienzo de la ya remanida campaña sucia, en la previa a las elecciones primarias del 13 de agosto. Los especialistas anticipan que ese tipo de maniobras se intensificarán hasta octubre, pero aseguran que el impacto sobre los votantes es limitado.
La consultora política Graciela Römer planteó que la revelación de intimidades de los candidatos expone “el vaciamiento de la política en términos de estrategias” y la ausencia de campañas tendientes a “posicionarse sobre la base de contenidos y propuestas, generando daño en el sistema político”. Resaltó que “ser conocido no equivale a ser creíble, uno de los factores fundamentales para obtener el voto”.
Römer anticipó, en diálogo con la nacion, que “desde ahora y hasta octubre se va a agudizar la campaña sucia”.
Sin embargo, la especialista moderó el impacto que tiene en los votantes: “Las campañas sucias tienden a fortalecer los núcleos duros de cada uno de los candida- tos, pero tienen limitaciones para ganar nuevos votos”.
No fue el jefe del PJ provincial la única víctima. A su caso se le sumaron otros, como los de la diputada santafecina Lucila de Ponti, del Movimiento Evita, y el de la candidata a diputada nacional por Entre Ríos Mayda Cresto. Cresto, quien integra la lista de Somos Entre Ríos, que apoya el gobernador Gustavo Bordet, negó ser la protagonista de imágenes eróticas, pero igualmente relacionó la filtración con una campaña sucia en su contra.
“Sería inédito que siguiera desarrollándose una campaña sucia basada en revelar intimidades de los candidatos, hasta ahora no pasó, pero no le veo tampoco ningún valor ni utilidad”, consideró el consultor Federico Aurelio. El analista agregó que “velar intimidades no tiene perjuicio ni beneficio para nadie” y dudó acerca de que haya existido detrás una finalidad electoral.
Falta de propuestas
Aurelio consideró que “hasta ahora no hubo un desarrollo de propuestas” en el comienzo de la campaña. En línea con Römer, evaluó que las campañas sucias “impactan negativamente sobre el sistema político”.
“Ratifica el vaciamiento de la política y el deterioro como lugar de discusión de propuestas de cambio para mejorar la vida de la gente”, dijo. Además, el consultor insistió en que “no está claro que sea una vía para modificar sustancialmente las intenciones de voto de un candidato, porque en la decisión juega una sumatoria de factores más compleja”.
“Va a ser sucia y violentísima, se juega mucho en la provincia de Buenos Aires”, vaticinó el analista Jorge Giacobbe, quien apuntó al kirchnerismo como el espacio que apelará a la campaña sucia.
El analista consideró que en una campaña caracterizada por la “ausencia de buenas figuras y argumentos”, apelará a ese tipo de campañas “quien no tenga nada que perder, para romper un escenario de intención de voto ya consolidado”.
Por último, Giacobbe moderó el impacto de las campañas que tienen lugar casi exclusivamente en las redes sociales, porque se restringen a “núcleos duros”. “La mayoría de la gente que discute la política en esos ámbitos ya tiene una bandera definida, la gente común no utiliza las redes para eso”, expresó.