Un escenario con nuevos ruidos en la oposición
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) inicia otra semana trascendental con un nuevo escenario, marcado por el traslado de Leopoldo López desde Ramo Verde a su casa y a siete días del plebiscito popular contra Nicolás Maduro y su proceso constituyente. Renacida de sus cenizas del 2016, pero ante un gobierno kamikaze que se juega el todo por el todo.
“Veremos al gobierno tratando que ese hecho debilite a la oposición, intentando que la opinión pública lo lea como negociación, rendición o vendetta, y a la oposición vendiéndolo como fortaleza y resultado de las presiones”, sopesa para la nacion Félix Seijas, politólogo y director de Delphos.
Dicho y hecho. Las primeras suspicacias de los seguidores de la oposición surgieron el sábado y se plasmaron ayer, durante la concentración en Caracas. “Déjense de teorías de la conspiración”, se defendió Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento y mano derecha de López en Voluntad Popular, ante las voces discrepantes que surgieron entre los manifestantes ante el cambio de la agenda semanal. El lío se montó porque para hoy se había programado un plantón inicial de seis horas que más tarde se pasó a sólo dos.
Suspicacias tradicionales que marcan la vida de la oposición venezolana que “ha manejado de manera más que aceptable la energía de la protesta. Pero la idea de que puede haber un cambio la ha hecho más lenta y en ocasiones errática”, precisa Seijas.
“En la MUD, tras el regreso de López, seguirán con dificultades de coordinación, propias de una coalición muy diversa en un momento tan complejo”, razona para este periódico el consultor político Gustavo Rojas Matute, convencido de que el gobierno manda señales para volver a sentar a la oposición en la mesa de las negociaciones.
Y en estas reaparece López, “quien estará más activo en reuniones y decisiones con su propia agenda. Siempre existe la posibilidad de que complique las decisiones y pueda producir fricciones que favorezcan a Maduro y sus aliados. Pero muchos esperan que la MUD se mantenga a la altura: el 16 de julio es más crucial que el propio 30J”, añade Rojas Matute.
Es evidente que el gobierno tratará de invisibilizar a López como ya hizo con el alcalde Antonio Ledezma, también en arresto domiciliario. “Si se le permite comunicación, se convertiría en el mayor movilizador de la oposición. Si, por el contrario, se le mantiene aislado, ese efecto se vería atenuado, pero López es un político especial. Su convicción es mayor que la de cualquier político en el país. Siempre impactará de alguna manera. No hay forma de anularlo”, sentencia Seijas.