El rol de Juliana Awada en los viajes no queda librado al azar
Personal de Presidencia atiende su agenda y los detalles del vestuario
La agenda de Juliana Awada no da lugar a la improvisación. Ningún detalle está librado al azar. Sobre todo durante las giras internacionales del Presidente, donde la primera dama adquiere un rol relevante y está bajo permanentemente escrutinio público. Desde la agenda hasta el vestuario, todo se analiza con sumo cuidado.
Para las misiones oficiales, el personal de Ceremonial coordina la visita con la esposa del Presidente y cuida el protocolo y aspectos de su presencia, mientras que el equipo de comunicación oficial se ocupa de difundir sus mejores fotos en las redes sociales.
Si bien no se trata de una funcionaria pública y no cobra un suel- do del Estado, parte del equipo de Presidencia se dedica a asesorarla y a garantizar su seguridad. Hay algunas normativas que la esposa del Presidente debe cumplir, como ciertos puntos de la ley de ética pública y la prohibición de recibir obsequios.
Según informaron en la Casa rosada a la nacion, en la Dirección General de Ceremonial hay 14 funcionarios y empleados dedicados a la labor de protocolo de Presidencia y, entre sus funciones, deben organizar la agenda de Awada, coordinar sus reuniones y prepararla para las misiones oficiales y los encuentros de trabajo con sus pares.
“Antes de cada viaje, el equipo se reúne con Awada, planifican sus actividades y le explican la agenda que envió el otro país”, señalaron. Ademas del staff de Ceremonial, las actividades bilaterales de la primera dama son coordinadas con la Secretaría de Asuntos Estratégicos de Fulvio Pompeo.
Dentro del equipo de Casa rosada, María reussi se dedica full time a acompañar a Awada. Amiga de la esposa del Presidente y parte del equipo de Pro desde sus orígenes, fue designada asesora de Presidencia con rango de subsecretaria y un sueldo de $ 90.000, según figura en el Boletín oficial. Además de acompañarla, se dedica a levantar el perfil de la primera dama en las redes sociales. Si bien se mostró interesada por la ayuda social, Awada sostiene un perfil bajo y casi no habla en público. En la gira de Hamburgo participó de todas las actividades con los cónyuges de los mandatarios y se la vio animada con Melania Trump y Brigitte Macron.
En lo que hace a la imagen, suele echar mano del peinador y la maquilladora que integran el staff de Presidencia. Cuando viaja, no tiene asistentes propios. Su guardarropas, en cambio, se mantiene en una esfera privada. “Juliana compra sus conjuntos, toda la ropa la paga de su bolsillo”, aseguraron fuentes oficiales.
Dos diseñadores que vistieron a Awada confirmaron que es ella la que se ocupa de ir a las tiendas o talleres, seleccionar las prendas y abonarlas. La línea entre lo privado y lo público, en el caso de Awada, fue estipulada por la oficina Anticorrupción. Así, se determinó que sólo puede aceptar estos regalos cuando son por cortesía o por costumbre diplomática. Todos esos obsequios deben informarse en un registro oficial y si supera los $ 4000, el objeto debe pasar al patrimonio del Estado.