Advierten que Brasil debe bajar el déficit para evitar una crisis de deuda
El superávit es clave para consolidar el crecimiento, señala el Santander
MADRID.– Brasil necesitará pasar de su actual situación de déficit fiscal primario a otra de sostenido superávit en torno al 3% del PBI si quiere evitar una crisis de deuda. Así lo advirtió aquí el economista jefe del banco Santander para ese mercado, Mauricio Molón, quien, sin embargo, se mostró convencido de que ese país logrará evitar esa situación “por las reformas estructurales que ya comenzó a aplicar para bajar el gasto y el impacto que tuvieron para revertir el ciclo económico tras largos años de recesión”.
Molón expuso en el panel que cerró las actividades del seminario sobre América latina, que se desarrolló hasta el viernes en la ciudad financiera del Santander (a media hora del centro de Madrid), adonde el grupo mudó todas sus oficinas hace más de 10 años.
Allí explicó que, según sus proyecciones, Brasil ya crecerá al menos un 0,7% y acelerará al 3% en 2018, pese al ruido que pueden generar las elecciones. El impulso vendría de la mano del consumo interno, por el impacto que la baja inflación comienza a mostrar sobre los salarios y la mejora en la capacidad de compra de las familias que deriva de la baja de las tasas de interés. “La Selic [la tasa testigo del Banco Central de Brasil] llegó a superar el 17% hace unos años; ya está en 10,25% y se prevé que cerrará el año en 8,5%; y hay consumo reprimido tras la caída del 11% que acumuló el PBI per cápita entre 2011 y 2016”, explicó.
Según sus proyecciones, la deuda pública –que ronda el 70% del PBI– seguirá creciendo hasta un 85% en 2021, año en que la reducción de las necesidades financieras (ante un déficit que, para entonces, debería haber dejado atrás el 2,5% actual para reconvertirse en un superávit del 3%) permitirían que ese peso comience a bajar.
La mesa incluyó una exposición del economista jefe del Santander Río, Sergio Galván, quien ratificó que la economía argentina “ya está creciendo y lo seguirá haciendo de manera consistente en los próximos años si avanzan los planes para reducir gradualmente el déficit fiscal, la presión impositiva y la inflación, aunque la ansiedad haga a algunos leer confusamente los datos”. Aludía al crecimiento que muestran algunos sectores como la construcción y el repunte del consumo que ya deja ver la recaudación fiscal. “Los que se dejan llevar por las ventas de supermercados no entienden que la crisis provocó un desplazamiento a otros canales. Pero eso no quiere decir que no haya consumo: si no, ¿cómo explican la suba del 33% en los ingresos por IVA/DGI?”, desafió.