¿le hará bien al club si vuelve?
VErSUS
Tevez es un personaje de talla mundial en el fútbol. No es solo el envase, lo que rinde en la cancha, sino lo que provoca vestuario adentro, el profesionalismo que inyecta, los avances que supone. Fue quien, por ejemplo, cambió la alimentación del plantel cuando arribó fresco desde la Juve, e impulsó el armado de un gimnasio para deportistas de alta competencia del que carecía el plantel de Boca. ¿Cómo querría cualquier club privarse de un individuo semejante? Es cierto que abrió un flanco impensado cuando decidió marcharse a China, poniendo en riesgo la relación con los hinchas. Es cierto que pasó poco tiempo allí como para incorporar conceptos de avanzada que puedan asombrar aquí, en la presunción de que tal modernización exista en aquel fútbol oriental tan necesitado de influencia extranjera. Aún así, ¿no prefieren los fanáticos boquenses disfrutarlo bien de cerca que añorarlo de lejos? Boca ya demostró que puede arreglárselas sin Carlos Tevez, un futbolista que en julio de 2015, en medio de una Bombonera repleta, decía que “la plata no hace la felicidad”. Era su regreso después de una temporada consagratoria en Juventus. Pero el dinero chino sí pudo llevárselo en un momento crucial y Guillermo Barros Schelotto encontró las soluciones para igual consagrarse en el torneo local. Tevez, no. Es hora de pensar en el bien colectivo y su llegada desataría un mundo de cuestiones individuales cercanas al divismo. Tevez, no. Boca tiene un cuerpo técnico que en algún momento privilegió al Nº 10 y que le dio soluciones en contadas excepciones. Tevez, no. Porque los xeneizes cuentan con una estrategia armada y el Apache, difícilmente, pueda agregarse sin conflictos. Tevez, no. Porque él mismo dijo en el programa radial de Alejandro F anti no que se sentiría raro jugando una Copa Libertadores cuya clasificación no dependió directamente de él.