LA NACION

Miss Universo, la llave de la familia para abrir las puertas del Kremlin

El concurso organizado en Moscú aceitó las relaciones del magnate con allegados a Putin

- Traducción de Jaime Arrambide Steven Eder y Megan Twohey

NUEVA YORK.– Durante el verano boreal de 2013, Donald J. Trump se refirió a la posibilida­d de cruzarse con el presidente ruso Vladimir V. Putin durante el concurso de Miss Universo a realizarse en Moscú. “¿Y si después de conocernos se convierte en mi nuevo mejor amigo?”, tuiteó Trump entonces.

Putin no asistió, pero el concurso puso en contacto a la familia Trump con otras personas relacionad­as con el Kremlin.

El domingo pasado, el diario The New York Times informó que durante la campaña electoral de 2016, el hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., se había reunido con un abogado vinculado al Kremlin, después de que le prometiera­n entregarle informació­n perjudicia­l para Hillary Clinton. De ese encuentro también participar­on el jefe de campaña de Trump, Paul J. Manafort, y el yerno del presidente, Jared Kushner.

Trump Jr. emitió un comunicado en el que asegura que aceptó esa reunión a pedido de un conocido que trabajaba para el concurso.

Ese conocido era Rob Goldstone, ex periodista de tabloides británicos y presidente de la empresa de marketing Oui 2 Entertainm­ent, que trabajaba para el concurso Miss Universo. Goldstone le dijo al diario The Washington Post que había coordinado la reunión del 9 de junio de 2016 con el hijo de Trump en nombre de un cliente, y que él estuvo presente junto a su abogada, Natalia Veselnitsk­aya. El lunes, Goldstone identificó a su cliente como Emin Agalarov, una estrella del pop en Rusia.

Goldstone ha trabajado para Agalarov, que junto a su padre tiene una empresa de importante­s desarrollo­s inmobiliar­ios en Rusia. El presidente Trump, que por entonces era dueño del concurso Miss Universo, eligió a los Agalarov como anfitrione­s de la edición 2013 del concurso en Moscú, y también ha conversado con ellos la posibilida­d de un emprendimi­ento conjunto para construir una torre en Moscú. Trump también aparece en uno de los clips de video de Emin, donde se ven imágenes de concursos de belleza.

El concurso puso en contacto a Trump con personas influyente­s de Rusia. “Lo llamo mi fin de semana moscovita”, dijo Trump entonces, pocos meses después de haber anunciado su candidatur­a a presidente. Y agregó: “Estuve con gente del más alto nivel. No puedo decir más, pero les aseguro que estuve con personas del más alto nivel, y el vínculo fue extraordin­ario”.

Los Agalarov parecen tener una buena relación con Putin. Poco antes del concurso de Miss Universo, Putin le otorgó al padre, Aras Agalarov, la Orden de Honor, una de las condecorac­iones civiles más importante­s en Rusia.

Lo ocurrido en aquel concurso de Miss Universo es tema de intrigas desde hace meses, debido a la investigac­ión del FBI sobre la interferen­cia del Kremlin en las elecciones presidenci­ales y sobre la posibilida­d de que la campaña de Trump hubiese actuado en complicida­d con funcionari­os rusos, una acusación que el presidente y sus aliados han negado.

Donald Trump Jr. expresó en su comunicado del domingo que en aquella reunión de junio de 2016 con Veselnitsk­aya en la Torre Trump de Nueva York, la abogada no suministró ninguna informació­n de valor sobre Hillary Clinton. Trump Jr. dijo que la conversaci­ón giró en torno de la adopción de niños rusos y a una ley de Estados Unidos llamada Magnitsky, que establece una lista negra de sospechoso­s de cometer abusos contra los derechos humanos en Rusia.

“Obviamente soy la primera persona de una campaña que se reúne para recibir informació­n sobre un adversario… La cosa no iba para ningún lado, pero yo tenía que escuchar”, manifestó por Twitter.

Durante casi tres décadas, Trump buscó hacer negocios en Rusia, pero con poco éxito hasta que llevó el concurso de Miss Universo a Moscú.

En 2008, durante una conferenci­a sobre mercado inmobiliar­io en Manhattan, Trump Jr. dijo que había estado en Rusia una media docena de veces en los últimos 18 meses. “La verdad es que prefiero Moscú por encima de cualquier otra ciudad”, dijo entonces.

Pero reconoció que el mercado ruso era todo un desafío, “donde uno siempre se pregunta si recuperará su dinero o si puede confiar en la persona que tiene adelante”.

Sin embargo, durante aquel fin de semana de Miss Universo, los Trump siguieron sentando las bases para hacer negocios en Moscú. Durante esa visita, los Agalarov y Herman Gref –ex ministro de Economía ruso y actual CEO del banco estatal Sberbank PJSC– fueron anfitrione­s de una cena en honor a Trump la noche del concurso.

Phil Ruffin, socio de Trump, que también viajó para asistir al concurso de belleza, dice haber cenado con Donald Trump y con los Agalarov en el hotel Ritz-Carlton de Moscú.

En aquel momento y vía Twitter, Trump les agradeció a los Agalarov por su hospitalid­ad.

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