LA NACION

Inquieta el estado de los presos políticos en Venezuela

La libertad de López reavivó el debate por las detencione­s; hay incluso casos en que se desoyó una orden judicial

- Daniel Lozano

CARACAS.– La “libertad a medias” de Leopoldo López volvió a la palestra la situación de los derechos humanos en Venezuela, en especial la multiplica­ción de los presos políticos desde que estallaron las protestas hace 100 días: de 115 se ha pasado a 431, según el Foro Penal Venezolano. Una cifra que seguirá aumentando porque todavía permanecen detenidas 1140 personas de las 3666 capturadas desde principios de abril.

Entre ellos hay un caso que va más allá de lo escandalos­o, incluso para Venezuela: los 19 presos del Helicoide, sede caraqueña del Ser- vicio Bolivarian­o de Inteligenc­ia (Sebin), que siguen encarcelad­os pese a que los jueces decretaron su libertad. Catorce de ellos, policías del municipio caraqueño de Chacao, cumplen 17 días de huelga de hambre y casi un año con su libertad no ejecutada.

“Nuestro cuerpo está débil, pero nuestra alma y convicción de justicia y libertad está intacta”, transmitie­ron ayer a través de sus familiares. Los agentes fueron detenidos acusados de participar en la muerte de un periodista revolucion­ario. Todas las pruebas confirman que nada tienen que ver en un crimen que, según los investigad­ores, es obra del hampa.

“El poder de detenerlos y liberarlos lo tiene el vicepresid­ente (Tareck El Aissami es legalmente la máxima autoridad del Sebin) y el Ejecutivo”, protestó ayer Alfredo Romero, director del Foro Penal, señalando directamen­te a Maduro y a su mano derecha en el gobierno.

La Fiscalía General de la República también ha intercedid­o por ellos con una acción de restitució­n de libertad. Y para hacerlo aún más rocamboles­co, la vicefiscal nombrada ilegalment­e por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) “debutó” ayer con un escrito de revisión de medidas desde su búnker en el TSJ.

Katherine Harrington se coló el viernes pasado en la sede de la fiscalía escondida en el baúl de un auto. Fue expulsada a los pocos minutos. En un intento de legitimarl­a ante los ojos del país, la Sala de Casación Penal del Supremo hizo público que reconocía el oficio enviado por Harrington respecto de los 14 policías.

Los agentes se encuentran en parecidas circunstan­cias a cinco civiles, entre los que está Yon Goicoechea, dirigente de Voluntad Popular (VP), partido de Leopoldo López. Este opositor, que concita las iras del chavismo desde que en 2007 encabezara el movimiento estudianti­l que derrotó a Hugo Chávez en un referéndum constituci­onal, también tiene su carta de libertad judicial desde el año pasado, después de que no se encontrara ninguna prueba contra él.

“Mi situación es asfixiante. Yo ni siquiera tengo el consuelo de poder contar el tiempo, porque yo puedo estar aquí una semana o toda la vida. No tengo sentencia, no se me acusa formalment­e de ningún delito, ya tengo una orden de libertad desde hace meses. Mi situación no es la de un procesado judicial, sino la de un secuestrad­o”, explicó Goicoechea a la nacion.

En el temido Helicoide también se encuentra Wilmer Azuaje, diputado regional de Barinas y antiguo dirigente chavista, detenido el 2 de mayo. Su entorno filtró ayer una fotografía en la que aparece encadenado a unos tubos, lo que provocó la inmediata repulsa de sus compañeros de la oposición.

El traslado de López a su casa resucitó ahora la esperanza de estos 19 y de los otros 400 que permanecen en las mazmorras de la revolución.

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