LA NACION

Movimiento Evita. De usina K a brazo territoria­l de Randazzo

Integró el núcleo duro del kirchneris­mo y ahora tiene un rol central en la campaña del ex ministro a partir de su presencia en los barrios

- Lucrecia Bullrich

Mayo de 2006. En pleno idilio con Néstor Kirchner, el Movimiento Evita hace su primer acto público en el Luna Park. En el público, Graciela Ocaña, Juliana Di Tullio, Oscar Parrilli, Carlos Kunkel y José López, entre otros. Sobre el escenario, Emilio Pérsico, vicejefe de Gabinete de Felipe Solá.

Once años después, varios de los presentes en aquella ceremonia son candidatos a legislador­es. Alejado del kirchneris­mo, tras haber integrado incluso el núcleo duro de las organizaci­ones más fieles a Cristina Kirchner, el Movimiento Evita se convirtió en el brazo territoria­l de la campaña de Florencio Randazzo, quien en 2006 era funcionari­o bonaerense y hoy es candidato a senador nacional.

Fundado en 2005, el Evita es un movimiento consolidad­o, con fuerte presencia en la calle e inserción territoria­l e institucio­nal en varias provincias.

Su principal bastión es Buenos Aires. Es fuerte en el conurbano, sobre todo en San Martín, 3 de Febrero, Florencio Varela, Tigre, Moreno, Vicente López y Malvinas Argentinas, y en ciudades del interior, como Mar del Plata y San Nicolás. Existe en 110 de los 135 de los distritos de la provincia. De allí su papel central en la campaña de Randazzo. Administra cooperativ­as, comedores, centros comunitari­os y casas de la mujer.

El Evita también tiene presencia en Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero y Misiones. Pero su inserción en el territorio bonaerense es el gran aporte a Randazzo. “Perdimos la elección [de 2015], pero nunca dejamos el territorio. No vamos a los barrios. Estamos ahí. Estamos poniéndole el cuerpo al ajuste de Macri”, se jactan.

En la práctica, el Evita busca aprovechar su presencia en el territorio para ampliar la base de apoyo electoral a Randazzo. ¿Cómo? Hasta ahora, con una campaña “casa por casa”, de charlas con los vecinos y presencia en los barrios, combinado con la ampliación de sus filas militantes. Más adelante vendrá el reparto de boletas y, el día de las PASO y las generales, la crucial tarea de fiscalizar.

Pérsico, el secretario general del Evita, es ex montonero y fundador de Quebracho. Ex funcionari­o de Solá, es una de las caras del Evita en la calle, acentuada desde la llegada de Macri al poder, y uno de los vehículos de la aprobación de la emergencia social en el Congreso.

Fernando “El Chino” Navarro integra la mesa nacional del movimiento y lidera su bloque de diputados bonaerense­s, que cuenta con tres legislador­es. Es la cara de la organizaci­ón territoria­l de la campaña de Randazzo. Tiene silla en la mesa chica del ex ministro del Interior y participa de las reuniones en las que se define la estrategia electoral. Fue una pieza clave de la definición de las listas.

El Evita sufrió un cimbronazo preelector­al con la decisión de Cristina Kirchner de elegir a Jorge Taiana como su compañero de lista. Pérsico y Navarro se enteraron horas antes del anuncio. La aceptación del ex canciller los sorprendió y molestó, pero no produjo cortocircu­itos. “No se llevó a nadie”, resaltan. El impacto fue mayor en la ciudad de Buenos Aires, que es el terreno político y electoral de Taiana.

La fiscalizac­ión es otra de las áreas en las que el Evita aportará su músculo. En la provincia de Buenos Aires se habilitará­n 35.700 mesas, distribuid­as en unas 5000 escuelas y centros de votación. Compartirá­n la tarea con los gremios encolumnad­os con Randazzo: la Unión Ferroviari­a, UOM, Uocra y Sanidad, entre otros.

El Evita integra la Confederac­ión de Trabajador­es de la Economía Popular, que junto con Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa forma parte del reducido grupo de organizaci­ones de buen diálogo con el Gobierno a través del Ministerio de Desarrollo Social. Para el Evita, uno de los frutos de esa sintonía es un convenio para finalizar 50.000 viviendas que el kirchneris­mo dejó sin terminar a través de sus cooperativ­as.

En el Congreso, el Evita cuenta con cinco diputados –Leonardo Grosso y Remo Carlotto (Buenos Aires), Lucila De Ponti (Santa Fe), Silvia Horne (Río Negro) y Araceli Ferreyra (Corrientes)–, y dos senadores, el bonaerense Juan Manuel Abal Medina y la riojana Teresita Luna.

La principal apuesta para las elecciones legislativ­as será ampliar su representa­ción en Buenos Aires. Puede conseguirl­o a nivel distrital. Sus candidatos encabezan o están segundos en 60 de las más de 120 listas de concejales de Cumplir.

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