La Gran Mancha Roja de Júpiter, como nunca se la había visto
espacio. La misión Juno, de la NASA, sobrevoló ayer uno de los fenómenos más misteriosos
Días después de celebrar su primer aniversario en la órbita del planeta más grande del sistema solar, la nave Juno, de la NASA, voló ayer directamente sobre la Gran Mancha Roja, el icónico remolino de gas que mide 16.000 kilómetros de ancho.
Fue la primera vez que la humanidad se acercó tanto a este misterioso evento: una tormenta que viene siendo monitoreada desde 1830 y que, posiblemente, existe desde hace más de 350 años.
“La Gran Mancha Roja es probablemente el área que más conocemos –dijo Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno en San Antonio, según un comunicado difundido por la NASA–. Esta monumental tormenta ha convulsionado Júpiter durante siglos. Ahora, Juno y sus instrumentos, que le permiten atisbar a través de las nubes, se acercó para ver qué tan profundas son las raíces de este fenómeno y ayudarnos a entender qué lo hace tan especial.”
La recolección de datos de la Gran Mancha Roja es parte del sexto acercamiento de la misión a las nubes que coronan Júpiter. Alcanzó el punto más cercano ayer, a las 23.05. En ese momento, Juno estuvo a 3500 kilómetros de la parte superior de las nubes. Once minutos y 33 segundos más tarde recorrió otros 39.771 kilómetros, hasta encontrarse directamente sobre el centro de la Gran Mancha Roja. Durante toda la pasada, sus ocho instrumentos y su cámara, JunoCam, estuvieron encendidos y enviando datos a la Tierra.
El último 4 de julio se cumplió exactamente un año de que Juno ingresó en la órbita de Júpiter. Desde entonces recorrió 114,5 millones de kilómetros alrededor del planeta.
“Cada nueva órbita nos acerca más al corazón del cinturón de radiación joviano –dijo Rick Nybakken, jefe de proyecto de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de Pasadena, California–. Pero hasta ahora la nave soportó la tormenta de electrones que rodea el planeta mucho mejor de lo que habíamos imaginado.”
Juno fue lanzada el 5 de agosto de 2011 desde Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos. Durante su misión de exploración se está zambullendo por debajo de la cubierta de nubes que oculta al planeta para estudiar sus auroras y aprender más sobre sus orígenes, su estructura, su atmósfera y su magnetosfera.
Los resultados preliminares lo describen como un mundo turbulento, con una estructura interior sorprendentemente compleja, auroras polares muy energéticas y enormes ciclones.