DE LOS LECTORES
Cartas & e-mails
Aprender la lección
Hemos dejado atrás una dictadura, consecuencia y culminación de una guerra fratricida, hace 34 años. La Segunda Guerra Mundial finalizó en 1945, dejando más de 60 millones de muertos, cifra que no terminaría allí, pues faltaba lo peor de Stalin, Mao, Fidel Castro, Pol Pot, Khomeini y otros, hasta llegar a la amenaza fanática religiosa de nuestros días. Pero hagamos el esfuerzo de mirar a las potencias aliadas y las del Eje, vencedores y vencidos, y también a los países neutrales y a los ajenos al conflicto, como la Argentina, en una foto de 1979. ¿Quiénes fueron capaces de superar la peor tragedia de la historia de la humanidad? ¿Cómo lo hicieron? ¿Qué es lo que hicieron bien los que crearon países que disfrutaban, 34 años después del Holocausto, de democracia, libertad, justicia, paz y no han dejado de prosperar hasta nuestros días? ¿Qué es lo que hicieron mal los que seguían hundidos, en 1979, y lo siguen estando hoy, en la tiranía, el sometimiento, la injusticia, la pobreza y la violencia, como en 1945? ¿Qué podemos aprender de la lección histórica? El 9 de julio de 2017, más de 34 años después de nuestra peor hora, no existen excusas oponibles, existen muchas causas no superadas para nuestra decadencia, la repetición culposa de errores no superados. Parafraseo a Sarmiento: ¿quién posee el secreto? ¡Revélanoslo! Pedro José Güiraldes
pedroguiraldes@fibertel.com.ar
G-20 en la Argentina
En vista de los serios disturbios que hubo en Hamburgo por la reunión del G-20, y dado que el año que viene se reunirá en la Argentina, espero que los miembros del Gobierno no piensen hacer la cumbre en Buenos Aires. En esta ciudad ya tenemos demasiados piquetes. El hotel Llao Llao sería un buen lugar: los presidentes que nos visiten tendrían un lugar magnífico para su encuentro, y nuestra ciudad no se vería complicada con más manifestaciones. Lo mismo puede afirmarse respecto de la reunión de la OMC, a fin de año. Ricardo Irigaray
DNI 11.056.039
Un desafío nuevo
Conmovidos aún por los emotivos fastos del Bicentenario, un nuevo aniversario de nuestra independencia nos acaba de interpelar a todos los argentinos: ¿estamos a la altura de aquellos próceres que nos legaron la patria? Deberíamos hacer una profunda reflexión sobre el significado de la gesta de la independencia a la luz de la realidad actual de un mundo globalizado e interdependiente, que relativiza las fronteras, diluye la nitidez de las creencias y culturas que interactúan entre sí y limita dramáticamente la soberanía de los Estados. Frente a ello, el moderno desafío que se nos plantea es conservar la capacidad de autodeterminación, la identidad como país, el culto de nuestra historia y nuestras tradiciones, el apego a nuestro estilo de vida, el orgullo de pertenencia el ser argentino y, por sobre todo, un profundo amor a la patria que nos haga vivir al servicio de ella. Todo ello acompañado por un apasionado apego al cumplimiento de las leyes, en particular el contrato social y político por antonomasia que es nuestra Constitución, para vivir fraternalmente en unión y libertad. General (R) Juan Miguel Giuliano
DNI 4.866.846
Basta de privilegios
Deben acabarse los privilegios para los políticos y su entorno. Incluyo a jueces, funcionarios y todo el séquito que manejan. Son ellos los responsables de la inflación. Suben las tasas, suben los gastos que pagamos los contribuyentes y no tienen límites. También malgastan el dinero público con los que no trabajan, con las subas de sus dietas y sueldos, el no pago de Ganancias y el aumento de la cantidad de empleados públicos. Escucho a nuestros legisladores prometiendo bonanzas para todos, con
buenos disfraces y dichos de progres, pero no veo a ninguno en apremiante situación económica. Me acuerdo que cuando era chico algunos políticos devolvían lo que les sobraba del sueldo, se paseaban por la calle sin custodias y muchos hasta se fundían por dedicarse a la política. No es así en la actualidad. Por lo menos a la mayoría no le va nada mal. Y me supera la indignación cuando un ex presidente pide exención impositiva de su pensión por un mandato que no llegó a completar. otro con condenas quiere ser senador. No entiendo a qué quieren llegar, colmando nuestra paciencia y haciendo alarde de su falta de vergüenza, y haciéndonos retroceder cada vez más como país en la escala mundial. Por favor, recapaciten y piensen en el futuro de sus descendientes. Ernesto Vacarezza ernestovacarezza@yahoo.com.ar
Carga impositiva
El Gobierno está estudiando cómo bajar la carga impositiva, para hacerlo gradualmente a 0,5 puntos del PBI por año. Existe una mejor manera de bajar la carga impositiva y hacerla más equitativa: comenzar a controlar para que paguen todos. La injusticia más grande que tiene nuestro sistema impositivo es que algunos pagan mucho y otros no pagan nada por evasión. Pongan un ejército de inspectores en la calle, controlen de verdad y van a ver. Si pagan todos van a poder bajar los impuestos drásticamente. Sean equitativos. Agustín H. Banchieri
DNI 24.155.007
Prisionera
Me he sentido y sigo sintiéndome prisionera de las empresas de telefonía celular. Cambié de compañía, harta de la prestación que me daban. En la segunda de ellas fui engañada, primero con el plan (no me otorgaron el que había pactado) y ahora con un servicio del cual no fui anoticiada, salvo por el importe de la factura. No hay reclamo posible, estamos bajo su injusto (por ser suave) arbitrio. Señores del Ente Nacional de Comunicaciones, ¿hasta cuándo nos dejarán a los usuarios en esta situación? Es de público conocimiento que hay gran cantidad de situaciones similares a la mía. ¿Seguirán mirando para otro lado? María I. Laucirica
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