Investigarán también a Trump Jr. por el Rusiagate
una cadena de mails mostró su vínculo con los rusos durante la campaña para perjudicar a hillary clinton.
WASHINGTON.– “Me encanta.” Donald Trump Jr., el hijo del entonces candidato presidencial, respondió sin vueltas a mediados de 2016 al ofrecimiento ruso de información secreta y comprometedora contra Hillary Clinton, en la evidencia más palpable hasta el momento de los contactos entre el Kremlin y el entorno del magnate para tumbar las chances de su rival camino a la Casa Blanca.
Según se supo anoche, las nuevas revelaciones entrarán de lleno en la investigación que lleva adelante el Consejero Especial del Departamento de Justicia, Robert Mueller, sobre la posible colusión entre los Trump y los rusos. También se da por hecho que entrará en las investigaciones paralelas que conduce el Congreso, todas las cuales tienen al presidente contra las cuerdas.
Donald Jr. había admitido anteayer que sostuvo efectivamente una reunión con una abogada rusa donde se manejó información perjudicial sobre Hillary, aunque el foco de la conversación, según se excusó, habría pasado por otro lado. Pero ayer, forzado por el escándalo, el joven Trump dio a conocer los mails previos a ese encuentro, donde afirma que estará “encantado” de escuchar las oscuras revelaciones sobre Hillary que sus amigos rusos le servían en bandeja.
Según los mails que cruzó con el publicista musical Rob Goldstone, intermediario con los rusos, éste le dijo sin vueltas que el gobierno de Vladimir Putin tenía información que podría “incriminar” a Hillary. “El fiscal de la corona ofreció brindar a la campaña de Trump algunos documentos oficiales e información que incriminaría a Hillary y sus tratos con Rusia y que sería muy útil para tu padre”, le dijo en un mail del 3 de junio de 2016.
“Esto es obviamente información de muy alto nivel y sensible, pero es parte del apoyo de Rusia y su gobierno al señor Trump”, agrega el texto. “Si es lo que decís, me encanta”, respondió el joven Trump, con una euforia que dejó sentada por escrito y que no se cuidó de atenuar ni disimular.
El hijo de Trump pretendía en un principio agendar una entrevista por teléfono, pero ante la insistencia del intermediario finalmente arregló un encuentro en persona con la abogada, Natalia Veselnitskaya, el 9 de junio en la Torre Trump de Nueva York. Trump Jr. explicó ayer en Twitter que ella “no tenía información para proporcionar y quería hablar sobre la política de adopción” de niños rusos por parte de familias norteamericanas, un programa que funcionó durante un tiempo, pero que de momento está suspendido.
El intercambio de mails contiene al menos un error. Rusia, que dejó de ser una monarquía con la revolución de 1917, no tiene un “fiscal de la corona”, como sí tiene Gran Bretaña, sino un fiscal general, a quien probablemente se refería Goldstone en su anuncio.
Detalles aparte, los mensajes echan más leña al fuego del Rusiagate, el escándalo sobre la posible coordinación entre la campaña de Trump y los jerarcas del Kremlin. Las agencias de inteligencia norteamericanas tienen evidencia desde el año pasado que hackers rusos efectivamente intervinieron en los servidores demócratas para favorecer a los republicanos, al robarles mensajes privados que luego cedieron para su publicación a WikiLeaks. Ahora se trata de saber con las investigaciones en curso si esas maniobras tuvieron el consentimiento de Trump y los suyos.
Los investigadores del Departamento de Justicia y del Congreso indagarán de qué se habló exactamente en ese encuentro y revisarán la cadena de emails.
Poco después de la publicación de los mails, el presidente Trump defendió a su hijo mayor. “Mi hijo es una persona de gran calidad y aplaudo su transparencia.”
Donald Jr. en realidad sólo liberó los mails cuando The New York Times, que destapó el tema durante el fin de semana, advirtió que contaba con ellos. Pero el gesto del joven Trump empeoró todavía más la situación de la familia.
Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, dijo que él convenció a Trump Jr. para que revelara los mails ligados a las conexiones con Rusia. “Le dije yo a Donald Jr. que publicara los mensajes de correo electrónico, y que lo haga con nosotros”, deslizó en Twitter. También confesó que se había contactado para convencerlo de que publique los mails completos acerca de sus contactos con los rusos “para no dejar que sus enemigos lo hicieran antes, lanzando frases insultantes por semanas o meses”.
Dos horas más tarde de esa propuesta, Donald Jr. aceptó hacerlo, pero la publicación del material fue de forma independiente y no en WikiLeaks.