LA NACION

Garavano insistió en incluir un artículo a medida de Odebrecht

senado. Defendió la sanción de una ley de responsabi­lidad penal que conceda beneficios a las empresas que aporten pruebas

- Gustavo Ybarra

El ministro de Justicia, Germán Garavano, abogó ayer en el Senado por la inclusión del denominado “artículo Odebrecht” en el régimen penal para las personas jurídicas, cláusula que les permitiría a las empresas que reconocier­on haber participad­o en casos de corrupción aportar pruebas, a cambio de beneficios penales.

El polémico artículo 37 del proyecto impulsado por el Gobierno fue eliminado durante su tratamient­o en la Cámara de Diputados, que ayer fue motivo de severas críticas en la Cámara alta por las inconsiste­ncias detectadas en el texto aprobado, que aún no fue girado al Senado (como se informa por separado).

“Lamento que no se haya aceptado el artículo 37”, dijo el ministro, quien consideró “valioso poder regular un mecanismo para aquellas empresas que hayan admitido ante la justicia de otros países o que lo hagan en el país, una forma para reparar el daño que han hecho hacia atrás”.

Garavano admitió los cuestionam­ientos sobre el artículo, que hicieron eje en la inconstitu­cionalidad de aplicar una ley de manera retroactiv­a y con la mira puesta en el caso Odebrecht. “No pido una regulación desde el derecho penal, porque no se puede ir hacia atrás, pero sí lo podemos regular desde el derecho administra­tivo”, opinó.

Lo escuchaban con atención los senadores de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales, a la que el ministro había pedido asistir para dar comienzo al debate del proyecto reclamado por el Poder Ejecutivo.

Sin embargo, el affaire registrado con la mala redacción del proyecto dio por tierra con las intencione­s del ministro. Es que al momento de sentarse ante la comisión, el texto todavía seguía empantanad­o en la Cámara baja.

Esto provocó el malestar de todos los bloques. “El ministro no debe- ría responder preguntas sobre este tema porque es poco serio que el proyecto aún no haya llegado de Diputados”, se quejó el jefe del interbloqu­e Cambiemos, Ángel Rozas (UCR-Chaco). También se quejó su par del bloque peronista, Miguel Pichetto (Río Negro), quien fue más allá y adelantó sus cuestionam­ientos al proyecto. “Debemos actuar con seriedad y no con demagogia punitiva”, sentenció.

Para sorpresa de los presentes, Garavano se sumó a las críticas al texto que aprobó Diputados. “Hay cuestiones específica­s, artículos que se contradice­n y problemas de técnica legislativ­a”, destacó, tras lo cual admitió que el proyecto, una vez que ingrese al Senado, tendrá que sufrir modificaci­ones.

No obstante, abogó por la sanción de un régimen penal para las personas jurídicas. Lo hizo al recordar que la Argentina es el único de los 41 países que firmaron la Convención contra el Soborno Transnacio­nal que no modificó su legislació­n, en el sentido de incorporar a las empresas como sujetos punibles en el Código Penal.

“Es muy valioso que en la Argentina se dé un paso en la dirección de sancionar a las personas jurídicas y que éstas tengan responsabi­lidad por los hechos delictivos que producen o por los beneficios ilegales que generan en ese proceso”, reclamó.

En ese sentido, aseguró que en el caso Odebrecht, “más allá del delito, hubo una decisión de la empresa de pagar coimas”, y citó como antecedent­es similares los casos protagoniz­ados por las empresas Siemens y Skanska.

Antes de la visita del ministro de Justicia, en el Senado ya daban por descontado que el debate del proyecto comenzaría recién a principios de agosto. Ahora, los contratiem­pos registrado­s en Diputados podrían demorar aún más el tratamient­o de la iniciativa. Lo que sí es un hecho es que el texto será modificado, por lo que deberá volver en segunda revisión a la Cámara baja.

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