LA NACION

Huracán nunca tiene paz: fue goleado en su casa y depende de un milagro

- Andrés Vázquez

Apenas un puñado de días atrás, en la última función del campeonato, Huracán se salvó del descenso. Con angustia, con la alarma sobre su cuerpo, como en buena parte de la historia reciente. Juan Manuel Azconzábal, el entrenador, fue despedido. Algunas de sus principale­s figuras –experiment­adas y con un fuerte espacio de pertenenci­a–, están a punto de seguir el camino de Marcos Díaz: el del adiós. El público está impaciente como nunca. Sin embargo, pocos intuían un golpazo semejante. Un KO demoledor. En el Palacio, en su casa, en otra fría noche, el Globo perdió por 5 a 1 contra Libertad, de Paraguay, por la segunda etapa de la Copa Sudamerica­na. El desquite será después de las vacaciones: el 1º de agosto. Fue la primera vez que un elenco paraguayo le marca cinco tantos a una formación argentina.

El partido fue dirigido por néstor Apuzzo, en su séptimo ciclo, entre pasajeros y de los otros. Lo va a reemplazar Gustavo Alfaro, que asumirá pasado mañana; es el quinto técnico de Huracán durante 2017. El conductor, que suele ser un gran capitán en las tempestade­s, observó el desarrollo desde un palco, literalmen­te, derrumbado. Así se mostró el equipo, en todo momento.

Los fanáticos cuestionar­on a todos, aunque en primer lugar, señalaron a Martín nervo, pretendido por Racing. Jugó muy mal, como todos sus compañeros. no sólo eso: en la manga, camino al vestuario, luego del primer capítulo, Romero Gamarra y Mariano González se habrían tomado a golpes de puño. Compagnucc­i intentó separarlos sin demasiado éxito. Más tarde, Gamarra fue expulsado por una fuerte infracción.

Un contexto desolador quedó flotando en el ambiente. Libertad, dirigido por el español Fernando Jubero, campeón guaraní, lo aprovechó con un apetito voraz, conducido por Oscar “Tacuara” Cardozo (hizo su debut), de 34 años y por Santiago Salcedo, de 35, que anotaron dos goles cada uno. El restante fue convertido por Antonio Bareiro. Y Mariano González, en el cierre del espectácul­o, marcó el descuento. “Es un golpe duro, hay que hacerse responsabl­e. Esentendib­le las críticas de la gente; la diferencia fue de jerarquía. Ahora hay que tirar para adelante”, comentó González, que reconoció que tuvo un contrapunt­o con Gamarra.

La Sudamerica­na seguirá hoy para los argentinos. Independie­nte, que quedó a punto de clasificar­se a la Libertador­es, jugará con Deportes Iquique, de Chile, desde las 21.45, en su estadio. Y mañana, a las 19.15, Estudiante­s chocará con nacional, en los 4090 metros de altura de Potosí, Bolivia.

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