La mujer en Arabia Saudita
A mplia difusión alcanzó en estos días por medio de las redes sociales la imagen, de espaldas, de una mujer joven, vistiendo una pollera relativamente corta, de paseo por estrechas calles amuralladas. La escena tuvo lugar recientemente en el Fuerte Histórico de Ushayquir, emplazado en la región de Najd, Arabia Saudita, y llamó particularmente la atención, pues sus habitantes son conservadores en materia religiosa.
La polémica se instaló entre los sauditas que tildaron a la joven de valiente y quienes, en cambio, calificándola de osada por vestir ropas pretendidamente indecentes, pidieron su arresto a través de las redes. Es que la norma obliga a las mujeres a llevar velo y vestir la “abaya”, una túnica de mangas largas, que llega hasta los tobillos.
En la teocracia de aquel país, el
Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, que opera como policía moral del reino, pidió que la joven fuera juzgada por su transgresión, ya que sólo las extranjeras están exceptuadas de cumplir el código de vestimenta. Fue así identificada y detenida brevemente para ser luego liberada, y resta definir aún si se abrirá un proceso en su contra.
En cada nación imperan pautas propias, incluyendo las religiosas, que norman la situación y el trato social de sus hombres y mujeres. Sin embargo, la globalidad impone hoy parámetros y cánones internacionales que incluyen el respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fija cuáles son los derechos y las libertades básicos que rigen en todas partes por igual.
Las posturas ultraconservadoras, en un reino cuya mitad de la población tiene menos de 25 años, no acompañan la apertura que la sociedad reclama y que se traduce en condiciones de igualdad y respeto para la mujer.