LA NACION

Uruguay juega a las escondidas, pero todo indica que Suárez jugará

Hay varios indicios de que el delantero de Barcelona será titular frente a la Argentina, pese a que no llega en plenitud física; Diego Godín hizo una mención que revelaría la presencia del atacante

- Guido Molteni

MONTEVIDEO.– La imagen de Luis Suárez recorre cada rincón de Montevideo. Desde el hotel donde la selección espera el partido en Punta Carretas, hasta el Complejo Celeste en las afueras de Montevideo, donde Oscar Tabárez planifica el once inicial de uruguay para esta noche, cada decisión está teñida por la duda: ¿Juega? El delantero no cruzó el océano sólo para acompañar de manera simbólica. Se muere de ganas de estar desde el comienzo, su conducta siempre fue la misma cada vez que volvió de una lesión y ahora dependerá del entrenador. Por estas tierras nadie se anima a dar un veredicto, aunque la ilusión está más viva que nunca: de alguna manera, Suárez va a entrar.

Lo complejo de la situación es que la decisión influye también en el armado táctico de Uruguay, y eso tiene un eco en el de la Argentina. Que Jorge Sampaoli haya dicho en la última conferenci­a de prensa que está ansioso por saberlo, ya que “eso podría cambiar el equipo”, responde a que imagina que con la ausencia del delantero, Tabárez sumaría un jugador más a la línea de volantes. Y quedarían tres centrales (Otamendi, Fazio y Mercado) sólo para marcar a Edinson Cavani, algo que no lo convence. Como una partida de ajedrez, todo indica que la decisión se tomará a última hora y moverá piezas en los dos equipos.

No es la primera vez que Tabárez tiene que lidiar con este problema. Y si hay algo que todos tienen en claro en Montevideo es que al entrenador no le importa que Suárez se enoje. Siempre eligió cuidarlo y siempre, tras la rabia, llegó el agradecimi­ento. Ocurrió en el Mundial 2014 en Brasil, cuando Uruguay perdió en su debut ante Costa Rica y el delantero no pudo entender por qué no lo puso ni siquiera faltando diez minutos. “Son pocos los técnicos que tienen esa personalid­ad. Cualquiera me hubiera puesto roto, pero el Maestro eligió cuidarme y esperar para el siguiente partido. Sabía que yo no estaba para jugar y prefirió correr el riesgo de quedar como el responsabl­e de una derrota durísima y no arriesgarm­e”, recordó alguna vez Suárez, que regresó a los pocos días ante inglaterra y marcó los goles en el triunfo por 2 a 1. La otra experienci­a que da cuenta de la personalid­ad del Maestro ocurrió en la Copa América del año pasado, cuando Uruguay quedó eliminado en el Grupo C tras perder contra Venezuela y Suárez, del enojo por no entrar ni siquiera un minuto, le dio un golpe al banco de suplentes. Como siempre, luego le pidió perdón a Tabárez y le agradeció por cuidarlo.

Esta vez, parecería que la lesión no es tan grave como las otras. Si bien el primer estudio en su rodilla, que se realizó en España, había arrojado resultados preocupant­es, las evaluacion­es posteriore­s fueron positivas y hoy el delantero no siente molestias. La frase que generó revuelo en estas tierras fue la del médico de la selección, Alberto Pan. “A Suárez no lo descartarí­a jamás”, dijo y alimentó la ilusión, ya que los que conocen a Tabárez saben que se apoya mucho en la decisión de los especialis­tas a la hora de evaluar si un futbolista está en condicione­s de jugar. Además, el médico adelantó que no recibieron presiones de Barcelona para que no juegue, otro indicio que allana el camino para contar con su presencia.

igualmente, cuando Uruguay llegue a la zona del Parque Batlle, donde luce imponente el estadio Centenario, Tabárez tendrá un plan B bajo la manga. Y eso también inquieta a Sampaoli. La respuesta a la ausencia de Suárez tiene nombre y apellido: Christian Stuani. Y si bien el delantero está jugando como 9 de área en Girona, el Maestro se inclinaría por ponerlo de volante por la derecha, para que haga la misma labor que hace el croata Mario Mandžukić por izquierda en Juventus, que acompaña todos los ataques pero retrocede a la zona de volantes.

La esperanza con Suárez, por más que haya plan B, sigue intacta. Y para los más optimistas, las palabras que se le escaparon a Diego Godín tras la práctica, cuando habló de cómo frenar a Lionel Messi, alimentaro­n la ilusión. “Messi es un jugador determinan­te y es un trabajo de todo el equipo detenerlo. Hay que hacer un buen escalonami­ento, cerrarse para cortarle pase y que nos esforcemos todos. La concentrac­ión tiene que ser máxima. No sólo la línea defensiva, sino que tiene que empezar la presión desde arriba, con Luis (Suárez) y con Edi (Cavani)”, dijo al pasar y siguió respondien­do otras preguntas. Hoy, finalmente, se sabrá si fue un acto fallido o si el el plan ya está pensado y tiene a Suárez como uno de los intérprete­s. El tiempo lo dirá. Uruguay lo espera.

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TWITTER el 9 que quieren ver en la cancha todos los uruguayos, con tres juveniles que trabajaron en las prácticas

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